Jorge Blas junto a la nueva Galaxy Camera./ RC
Electrónica de consumo | Fotografía

Un poco más de 'magia' para las cámaras compactas

Samsung presenta en España su nueva Galaxy Camera, equipada con Android y 3G

MADRID Actualizado: Guardar
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“Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Es una de las tres leyes sobre el avance científico que pronunció el difunto Arthur Clarke, escritor de ciencia ficción. Quién sabe si a alguien se le ha pasado por la cabeza las conjeturas del literato británico al ver la eventual sociedad que han montado el ilusionista Jorge Blas y Samsung. Entre cartas que se convertían en pañuelos, papiroflexia que cobraba vida tras prenderle fuego y fotografías recién tomadas que aparecían misteriosamente en cajas suspendidas del techo, la compañía surcoreana ha presentado esta mañana el lanzamiento para España de la última mutación tecnológica que incluirá en su catálogo: la Galaxy Camera, su primer dispositivo de esta categoría equipado con Android 4.1 y 3G.

El nuevo dispositivo “representa dos productos que convergen en una nueva categoría: las smart cameras”. Así lo ha afirmado el vicepresidente de la división española de la multinacional, Celestino García. La criatura ya vio la luz en la pasada feria IFA de Berlín y el próximo 29 de noviembre hará su entrada en el mercado español. El aparato cuenta con un zoom óptico de 21 aumentos y un sensor CMOS de 16 megapíxeles, así como una pantalla de alta definición de 4,8 pulgadas. Contará con la última versión del sistema operativo móvil diseñado por Google, ‘Jelly bean’, cuya interfaz ha sido rediseñada para adaptarse a las particularidades del soporte.

Probablemente, el punto donde radique el principal atractivo de esta cámara sea, además de la conexión HSPA y WiFi, el de las aplicaciones. Además del paquete de 35 de herramientas de edición que tiene preinstaladas -entre ellas ‘Paper Artist’- será completamente compatible con las más de 600.000 aplicaciones del catálogo de Google Play. Por tanto, el usuario podrá acceder a una amplia variedad de programas de retoque y montaje que ya están disponibles para los ‘smartphones’ equipados con Android. Pero también podrán utilizarse juegos como Angry Birds o funcionalidades como Skype, lo que permitirá hacer llamadas vía VoiP desde un aparato que, tal y como dicen sus responsables, no está concebido para sustituir a los teléfonos inteligentes sino completarlo.

Modos de captura

Las imágenes serán almacenadas en formato JPEG y, en lo que se refiere al vídeo, incluye grabación en Full HD. Entre los múltiples modos de toma de fotografía destacan, entre otros, el ‘modo profesional’, que permite el control de parámetros como la apertura o la velocidad; ‘Best photo’, con el que la cámara sugiere la mejor captura tras un disparo en ráfaga; o ‘Best face’, que, por ejemplo, permite sacar cuatro fotos de un grupo de personas y luego elegir la mejor cara de los que han posado para la imagen y conjugarlas en un mismo archivo.

La tarea de ‘mover’ esta máquina recae en un procesador quad-core de cuatro núcleos. La batería de 1650 mAh puede quedarse corta para los usuarios más activos, que quizás deberían plantearse adquirir una segunda batería para llevar de repuesto. La memoria interna es de 8 gigabites ampliable hasta 32 mediante tarjetas micro SD. En lo que se refiere a las dimensiones de la cámara exterior, tiene un grosor de 19 milímetros y pesa 300 gramos. Costará ‘libre’ 499 euros pero también se podrá adquirir con los distintos operadores de telefonía móvil.

La de Samsung es una apuesta valiente. Llevan coqueteando con la idea varios meses. Se apoyan en estudios como el de Nielsen que dice que en 2014 la mitad de estos aparatos tendrá conexión wifi (en abril ya lanzaron un dispotivo de este tipo) o en los augurios de IDC que vaticinan que en cuatro años las ‘smart cameras’ o cámaras conectadas supongan la mitad del mercado. Nikon, con su Coolpix s800c, y Polaroid, con su sc1630- también apostaron por alternativas equipadas con Android que ya están en el mercado. Quién sabe si esto dará un poco de aire al segmento de las cámaras compactas, un tanto asfixiadas desde la mejora sustancial, en lo que se refiere a la fotografía, de los ‘smartphones’.