Los dueños de la empresa de informatica Geminis./ Archivo
FINANZAS

Las pymes que piden crédito bajan a la mitad desde comienzos de año

La situación aún puede empeorar: una circular del Banco de España impone transparencia y mayores exigencias a renovaciones y refinanciaciones

MADRID Actualizado: Guardar
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Cunde el desánimo. Las pymes que pueden permitirse el lujo de recurrir a la banca para financiarse son ahora la mitad que a comienzos de año. Entre los meses de julio y septiembre, poco más de una de cada cuatro pequeñas o medianas empresas españolas acudió a la ventanilla de su entidad crediticia para pedir un préstamo. Entre enero y marzo pasados, la proporción se acercaba a una de cada dos.

Las Cámaras de Comercio obtienen este dato de la encuesta que realizan entre las empresas de pequeño y mediano tamaño, y la tendencia revela que la recesión hace estragos. No cabe la menor duda: el 92,8% de las pymes reconoce que necesita fondos para reponer el capital circulante, es decir, el que le permite levantar cada día la persiana de su negocio (nóminas, pago a proveedores, alquileres, gastos de funcionamiento).

Cabría pensar que solo se atreven a pedir financiación las muy solventes, pero la consulta revela que, pese a la drástica caída de las peticiones, la proporción de éxitos apenas ha cambiado. Las concesiones representan el 69,3% -frente al 68,5% del primer trimestre- y la ausencia de garantías suficientes es la principal causa del 25% de rechazos cosechados.

Las que superan la prueba aseguran hacerlo en peores condiciones. Pese al históricamente bajo precio oficial del dinero en la zona euro, el 81% de las empresas percibe que le han incrementado los tipos de interés, y el 71% se queda del alza del cobro de comisiones y otros gastos. Un 85,3% comenta que también le han aumentado las exigencias de garantías y avales. A los peticionarios de más de la mitad de las pymes de este grupo se le han pedido, adicionalmente, garantías de carácter personal. Superadas todas estas pruebas, se reduce a tan solo el 3,8% la proporción de demandantes a los que el banco o caja les exige un plazo de devolución más corto.

Mercado de pagarés

El cierre del grifo del crédito lo están sintiendo las pymes en mucha mayor medida que las empresas de mayor tamaño, que disponen de acceso a otras fuentes de financiación. El ministro de Economía ya ha anunciado el proyecto de creación de un mercado de pagarés para pymes, un hermano pequeño del ya existente para la deuda privada, que podría seguir las pautas del Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Lo malo es que el momento no resulta el más propicio para potenciar este tipo de iniciativas, salvo que se den ayudas e incentivos (reducción de costes de inscripción y funcionamiento, entre otros).

Mientras tanto, apenas un 2,5% de las pymes consultadas pertenece a sociedades de garantía recíproca (lo que les facilitan los avales) y un porcentaje aún más reducido al capital riesgo.

Bancos y cajas, por su parte, inmersos en un proceso de reconversión muchos de ellos, y con dificultades para captar liquidez, venían alegando hasta ahora la falta de demanda solvente como principal causa de la sequía del crédito. En las últimas semanas han añadido un nuevo y contundente argumento.

La circular del Banco de España que, desde comienzos de octubre, obliga a la banca a detallar las operaciones de refinanciación, renovación y renegociación de créditos, por considerar que pueden ocultar préstamos de más que dudoso recobro, ha llevado a algún dirigente bancario a afirmar que puede ser “la puntilla” que remate la carencia de financiación de las pymes. Las pequeñas y medianas empresas viables también suelen acudir a estos procedimientos, y si el regulador exige provisiones adicionales... la entidad pedirá más garantías, o exigirá cobrar diferenciales de tipos de interés todavía más altos.

La encuesta de las Cámaras de Comercio incide en otros problemas de las pymes, que, en su mayoría, no piden dinero para invertir, sino para seguir funcionando. De las que solicitaron recursos externos durante el tercer trimestre, el 73,5% han experimentado un retraso en los pagos de sus clientes en los últimos tres meses y la demora media en los abonos se situó en torno a los cinco meses. Las empresas evocan que la situación ha empeorado, porque los retrasos de pagos de su clientela hace seis meses y hace un año eran inferiores a las actuales. En el primer trimestre afectaban al 67,5% de las consultadas, y plazo se limitaba a 4,5 meses. En el tercer trimestre de 2011 el porcentaje era del 59,3% y la demora de 3,7 meses.

En contrapartida, el plan de pagos a proveedores ha surtido efecto. Entre julio y septiembre, el 55,1% de las empresas proveedoras de la Administración pública ha tenido problemas a la hora de cobrar, cuando en el trimestre precedente la proporción se elevaba al 75,3%.