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¿Dónde va el dinero de los clientes bancarios?

El Banco de España cifra en 55.000 millones la caída anual de depósitos, y en 15.000 millones la salida de fondos al extranjero en el último año

MADRID Actualizado: Guardar
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Los clientes bancarios cada vez mueven con mayor fluidez su dinero y los últimos y voluminosos desplazamientos de los que ha dado cuenta el Banco Central Europeo han encendido todas las alarmas. Las sospechas de una masiva fuga de dinero encontraron justificación en variadas y preocupantes direcciones, desde el temor a la quiebra de determinadas entidades hasta el potencial establecimiento de un ‘corralito’ que pusiera coto a futuros movimientos.

Asegura el Banco de España que las cifras no son lo que parecen. Reduce a 55.000 millones de euros la retirada neta de ahorros de los bancos en los doce meses precedentes al pasado julio, y calcula que, de esta cifra, fueron apenas 15.000 millones, el 1% del total, los fondos que tuvieron como destino final el extranjero. Los otros 30.000 millones se habrían utilizado para abonar facturas, pagos extraordinarios, impuestos y gastos excepcionales propios del periodo de vacaciones o, sencillamente, para tirar de los ahorros y tapar agujeros en unos presupuestos domésticos cada vez más ajustados al céntimo.

El Banco Central Europeo cifró en 232.000 millones de euros la salida de depósitos de la banca española entre julio de 2011 y el mismo mes de este año, y a esta cuantía llegó utilizando los números que le proporciona el propio Banco de España. El instituto emisor español explica que la contracción de 142.000 millones, el 61% de esa cifra total, no se corresponde con los recursos típicos de las entidades de crédito, es decir, los fondos depositados por empresas y familias. Hay que atribuir a la variación de residentes fuera de España, los saldos de administraciones públicas y los depósitos de aseguradoras y diferentes tipos de fondos.

El importe de las salidas incorpora, además, la amortización anticipada de bonos de titulización. Utilizados por los bancos como garantía ante el Banco Central Europeo, fueron posteriormente reconvertidos, porque el instituto emisor modificó su consideración. En todo momento han estado en poder de las entidades, pero en las diferentes etapas se han contabilizado con distinta consideración. De ahí que el Banco de España se haya propuesto homogeneizar, en la medida de lo posible, los procedimientos de cómputo con el instituto emisor europeo.

Pagarés y depósitos

Descontadas estas regularizaciones, los 85.000 millones de euros restantes tampoco han supuesto en su totalidad restricciones a la liquidez de los bancos, que han podido disponer de buena parte del mismo dinero, aunque canalizado por otras vías. Unos 30.000 millones de euros del ahorro de las empresas y familias se desplazaron de los depósitos para colocarse en pagarés, casi siempre a instancias de las propias entidades.

La norma que penalizó durante poco más de un año a las entidades que colocaban depósitos de alta remuneración hizo que los bancos promovieran buena parte de estos traspasos. Cabe esperar que los movimientos de depósitos a pagarés se reproduzcan en los próximos meses en sentido contrario, porque el Gobierno acaba de suprimir, a finales de pasado mes, el castigo a las inversiones a plazo de alta remuneración.