Julián López 'El Juli', durante la faena con la muleta a su segundo toro. / Nacho Gallego (Efe)
festejo en valladolid

Triunfal regreso de TVE a las corridas de toros

'El Juli', que ha cortado tres orejas, y Alejandro Talavante, con dos, han salido a hombros de la plaza

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Un inusitado interés ha despertado la exitosa corrida celebrada esta tarde en Valladolid, no solo por la presencia de tres máximas figuras como 'El Juli', Manzanares y Alejandro Talavante, que han cortado seis orejas, sino también por el regreso de las cámaras de TVE en directo en un festejo taurino.

A la retransmisión por TVE, que hace seis años emitió en directo la última corrida, hay que sumar la reaparición de Manzanares después de dos meses parado por la lesión en el pulgar de la mano derecha, posterior operación y rehabilitación.

El festejo ha hecho honor a la importancia de esta corrida y su resultado artístico ha respondido a las expectativas. Julián López 'El Juli', que ha cortado tres orejas, y Alejandro Talavante, con dos, han salido a hombros al término de la segunda corrida de la Feria de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid, donde José María Manzanares, con el peor lote, ha conseguido una.

'El Juli' y Talavante encienden la Feria de Valladolid

Con ese concepto total de toreo, 'El Juli' estuvo fácil en su primero, capaz y poderoso. Toreó con largura y con hondura, con valor y arte, apabullante. En su segundo volvió a ser el enciclopédico diestro capaz de hacer el toreo grande a un astado que anduvo por los suelos en los primeros compases del trasteo. No se cansó de torear y el público de admirar un auténtico recital de poderío y la asombrosa estocada final.

Cadencia, temple, elegancia, pero el segundo toro no permitió a Manzanares exhibir estas virtudes nada más que a ráfagas. Se pudo ver, no obstante, al diestro alicantino en perfectas condiciones físicas. Sí pudo demostrar toda la majestuosidad de su toreo en el quinto de la tarde, en series con ambas manos en los que adormeció las muñecas y paró el tiempo.

Un quite de frente y por detrás, pasando al toro por alto y con mucho riesgo de su integridad física, fue un aviso del percance, sin consecuencias, que sufrió Talavante más tarde, al final del festejo. Protagonizó una apertura espectacular para después prodigar ambas manos en series cortas porque el toro no tenía fuerza para más.

Unas manoletinas finales culminaron una notable faena. Salió a matar al sexto decidido a salir por la puerta grande y lo consiguió, después de una actuación poderosa, ajustada y creativa. Tarde completa la del extremeño.