Nadal tampoco jugará la Copa Davis

El 28 de junio, hace ya más de dos meses, un saque directo de un semidesconocido Rosol apeaba a Nadal de Wimbledon en segunda ronda después de haber disputado las cinco finales anteriores del tercer ‘Grand Slam’ de la temporada. Ese zarpazo del checo se va a convertir en el último punto de Nadal en un torneo profesional en, al menos, cuatro meses. Porque el tenista balear reconoció este lunes que estará apartado dos meses más del circuito por culpa de su maltrecha rodilla y que no podrá jugar la próxima eliminatoria de la Copa Davis ante Estados Unidos que se disputa en Gijón del 14 al 16 de septiembre. El equipo lo dará a conocer Álex Corretja este martes.

Y no solo eso. Porque esa «rotura parcial del tendón rotuliano a nivel de su inserción en el polo distal de la rótula, más una inflamación de la grasa de hoffa de la rodilla», va a impedir que dispute el último tramo de la temporada. Después de haberse perdido los Juegos Olímpicos, el US Open y los Masters 1.000 de Montreal y Cincinnati, tampoco podrá jugar en Tokio, ni en el Masters 1.000 de Shanghai ni el de París. Y cumpliendo esos dos meses de plazo que ha asegurado que estará fuera de las pistas llegaría muy justo para la Copa Masters, que comienza el 5 de noviembre.

En un comunicado de prensa, su equipo confirmó que «desde que se le diagnosticó dicha rotura, Rafa ha estado realizando un tratamiento medico basado en medicación especifica, fisioterapia, programa de rehabilitación y potenciación muscular progresiva». Por lo tanto, y después de las últimas pruebas llevadas a cabo, «la evolución de su rodilla esta siendo favorable por lo que seguirá con un tratamiento conservador, descartando la cirugía».

El propio Nadal reconoció que quiere ir con calma y que no quiere arriesgar lo más mínimo en este tramo final de la temporada: «En las últimas semanas me he perdido los Juegos Olímpicos y el US Open, dos de los torneos más importantes del año y que tenía mucha ilusión por jugar. Tengo muchas ganas de volver a competir y disfrutar del circuito, pero tengo muchos años por delante y mi rodilla necesita un descanso. Volveré cuando no duela y pueda competir con garantías».

«Estoy tranquilo. Después de la reunión con los médicos me alegré al saber que la evolución ha sido positiva en las últimas semanas y se ha podido descartar una intervención. Seguiré trabajando como me indican los médicos para poder estar en condiciones de retomar la competición lo antes posible», confesó el balear en dicho comunicado.