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Neil Young baja a la mina

'Americana' supone el reencuentro del canadiense con los Crazy Horse

MADRID Actualizado: Guardar
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Neil Young vuelve a cabalgar junto a sus 'caballos locos'. El rockero canadiense estrena 'Americana', su primer álbum junto a los Crazy Horse desde que en 2003 viese la luz 'Greendale', una ópera rock ambientada en una ciudad ficticia cuyas letras le servían al músico de Toronto para fustigar asuntos como la corrupción, el menosprecio al medio ambiente o los efectos más perniciosos de la globalización en una sociedad norteamericana que seguía sumida en el trauma desencadenado por el 11-S. Billy Talbot, al bajo, y Ralph Molina, a la batería, le acompañaron en dicha grabación. Faltaba el guitarrista Frank 'Poncho' Sampedro, quien sí se sumaría posteriormente a la gira promocional de ese trabajo.

'Americana' es, por tanto, la primera ocasión con que cuentan los incondicionales del autor de 'Heart of Gold' de escuchar nuevo material de la formación al completo en más de una década y media, concretamente desde que en 1996 editase 'Broken Arrow'. De ahí que la expectación desencadenada a partir del anuncio realizado a finales de enero por Neil Young de que había vuelto a meterse en el estudio de grabación con la banda con la que gestase trabajos del calibre de 'Zuma' (1975) o 'Ragged Glory' (1990) y que el resultado eran dos discos no haya hecho sino ir 'in crescendo' a medida que se acercaba la fecha del lanzamiento del primero de ellos.

Grabado en los estudios Audio Casa Blanca, bajo la producción de John Hanlon y Mark Humphreys, además del propio Neil Young, 'Americana' ofrece un conmovedor viaje en clave de folk por la historia de Estados Unidos a través de algunos de los temas -once en total- que más honda huella han dejado en el imaginario colectivo del país de las barras y las estrellas.

Aire de western

Un disco que se abre con aire de western y que se cierra rindiendo honores al Reino Unido, la antigua metrópoli contra cuyas exigencias se rebelaron los colonos desencadenando una guerra que concluiría con el nacimiento de una nueva nación pero cuyo himno, al fin y al cabo, fue también en su día el de esas tierras en las que encontraron un modo de salir adelante los sufridos seres que transitan por el álbum.

La estación de partida de 'Americana' es 'Oh! Susannah', un tema compuesto por Stephen Foster a mediados del siglo XIX y que ya fue versionado en el pasado por bandas como The Byrds y artistas como James Taylor, entre otros. Antecede al descenso a la mina que Neil Young ejecuta en 'Clementine', auténtico referente cada vez que un grupo de 'boys scouts' sale de acampada y cuya letra escribió Percy Montrose en 1884 a partir de otra canción desarrollada un par de décadas antes por H. S. Thompson. Sigue 'Tom Dooley', un viejo tema que narra la historia de un antiguo soldado confederado que fue ahorcado por el asesinato de su novia y que volvió a cobrar popularidad a finales de los años cincuenta del siglo pasado gracias a una versión realizada por The Kingston Trio.

'Gallows Pole', que incluyera Led Zeppelin en su repertorio y a la que el canadiense da un baño de rhythm and blues, y 'Get a Job', el gran éxito de la banda adscrita al género doo wop The Silhouettes, sirven como transición hasta que llega 'Travel On', con su llamamiento a recorrer el vasto territorio sin ataduras. Ahí vuelve a elevarse el tono del álbum y ya no declina. 'High Flyin' Birds', uno de los temas imperecederos de Jefferson Airplane, y una muy lograda versión de la espiritual 'Jesus Chariot (She'll Be Comin Round The Mountain)' son buena prueba de que Young y los Carzy Horse se encuentran en plena forma. Pero por si alguna duda quedaba, queda disipada en cuanto resuenan los acordes de 'This Land Is your Land', de Woody Guthrie, con su denuncia de las desigualdades sociales.

'Wayfaring Stranger' y 'God Save the Queen' completan un disco plagado de tesoros del pasado que siguen brillando como antaño. "Lo que une estas canciones es el hecho de que, aunque pueden representar a un país que ya no existe, las emociones y los escenarios detrás de ellas aún resuenan con lo que está pasando en el país hoy en día, si bien no tienen el impacto de hace 200 años", reza la nota de presentación del álbum. "Las letras reflejan las mismas preocupaciones y siguen siendo significativas para una sociedad que pasa por problemas económicos y culturales, especialmente en un año electoral. Son tan conmovedoras y poderosas hoy en día como el día en que fueron escritas", remata.