La torre Tokyo Sky Tree al fondo en un festival celebrado el 2 de mayo. / Foto: Yoshizaku Tsuno
cultura japonesa

Japón, a un paso de las nubes

La capital nipona abre al público la torre Tokyo Sky Tree, la más alta del mundo

MADRID Actualizado: Guardar
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Un año y dos meses después del terremoto, tsunami y desastre nuclear de Japón, el país ha presentado al mundo el edificio más espectacular e importante de su historia reciente. Hoy se han abierto las puertas de los ascensores de la torre más alta del mundo, la Tokyo Sky Tree. Con sus 634 metros de altura, ocupa ya el segundo puesto en el ranking de los edificios más altos del mundo, superado solo por el Burj Khalifa de Dubai, de 829 metros. Demasiado alto para Godzilla, el famoso monstruo de ficción japonés, que, con sus 50-100 metros de altura, poco o nada puede hacer ante este árbol del cielo.

Los visitantes han accedido al primer observatorio, situado a 350 metros, en un ascensor que recorre 600 metros por minuto, mientras que al observatorio más alto, a 450 metros y rodeado por una pasarela cilíndrica recubierta de cristal, se llega por una rampa de caracol panorámica inspirada en la subida al Monte Fuji. La apertura de la torre ha provocado una avalancha de reservas de entradas, ya agotadas hasta el 10 de julio, día en que se podrá comprar nuevamente por internet y en taquilla alguna de las 10.000 entradas diarias que se pondrán a la venta. El precio para un adulto es de casi 20 euros y permite el acceso al primer observatorio, mientras que los que quieran acceder al segundo deberán abonar 1.000 yenes (unos 10 euros) adicionales.

El proyecto ha sido desarrollado desde 2006 por la compañía ferroviaria Tobu junto con las seis emisoras de televisión más importantes del país, ya que el principal uso de la torre es la radiodifusión de la señal de televisión digital terrestre para todo el país. De esta manera se soluciona el problema de la insuficiente cobertura que ofrecía la anterior antena, la de la famosa Torre de Tokio, que, con sus 333 metros, no lograba sortear la altura de los altos edificios tokiotas. Las obras, que comenzaron en 2008, duraron los cuatro años que se programaron en un principio, sin sufrir ningún retraso debido al terremoto del pasado marzo. El coste final, 60.000 millones de yenes (unos 550 millones de euros), se espera amortizarlo con los más de 5 millones de visitantes al año que calculan que pagarán como mínimo los 3.000 yenes (unos 30 euros) que vale subir al primero de los observatorios.

Los emperadores de Japón, Akihito y Michiko, fueron los primeros visitantes que el pasado 26 de abril contemplaron las asombrosas vistas que ofrece el segundo observatorio, el más alto de los dos, a 450 metros.

Una pagoda moderna

El diseño de la torre, del japonés Nikken Sekkei, es moderno, elegante y funcional, pero esconde en su interior la esencia de la arquitectura tradicional japonesa. El arquitecto, preocupado por los temblores a los que se verá expuesta una estructura tan alta, se dio cuenta de que las pagodas, edificios budistas con varios niveles y un solo pilar, eran las únicas construcciones japonesas que soportaban los terremotos. Así es como la Tokyo Sky Tree tiene también como eje central una 'shimbashira' o columna central fija, alrededor de la cual se dispone el resto de la estructura de una manera flexible y móvil respecto a este eje. De esta manera, el edificio podrá soportar terremotos de entre 7 y 8 grados de magnitud.

El nombre del edificio fue elegido mediante votación popular y se espera que la inauguración se convierta en todo un acontecimiento nacional e histórico. Muchos japoneses se acercarán para terminar de sobreponerse a los duros acontecimientos del pasado año, conseguir ser alguno de los afortunados en subir al ascensor y así poder tocar el cielo de Tokio con las manos.