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Gerard Piqué, en el año de las sombras

El central llega a la Eurocopa tras una temporada confusa en la que perdió la confianza de Guardiola

Actualizado: Guardar
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Gerard Piqué llega a la Eurocopa tras una temporada confusa en la que perdió la confianza de Pep Guardiola en el Barça en beneficio de una pareja de centrales como Puyol y Mascherano, de mucho menos toque e inferior clase, pero con un rendimiento más fiable y la cabeza en su sitio. Sí, el técnico de Santpedor acabó castigando con el banquillo en algunos partidos importantes al joven defensa sencillamente porque este año se ha despistado más de la cuenta en su vida deportiva y social, esa que le ha llevado a las revistas del corazón por su relación con la cantante colombiana Shakira.

No es un caso perdido, naturalmente, al contrario, podría afrontar el torneo de selecciones en su mejor momento de la temporada. Incluso Guardiola, un par de meses antes de acabar la competición de clubs, se alegró de que por fin se hubiera puesto las pilas. “Piqué ha vuelto y le necesitábamos”, comentó. Y no se refería a ninguna de las varias lesiones que ha sufrido esta temporada, sino a un estado mental relativo a la concentración de un profesional. Sin embargo, llegaron encadenadas la visita al Chelsea en semifinales de la Liga de campeones y el clásico del Camp Nou y Piqué fue suplente, señal de que ‘se había vuelto a ir’ o, en otras palabras, de que había un caso abierto. Y cuando las cosas no funcionan, sólo pueden ir a peor. Finalmente jugó la vuelta ante el Chelsea en el Camp Nou, pero sólo 20 minutos, los que tardó Víctor Valdés e enviarle al hospital con una salida temeraria ante Drogba que le provocó una conmoción.

Cuando el Barça repescó a Piqué en verano de 2008 pagando cinco millones de euros al Manchester United, que se lo había llevado de La Masia con 16 años, se calibró que algo así podía suceder. A diferencia de otros jugadores educados en la cultura del sacrificio, el central catalán ha ido superando etapas en su carrera tirando de su enorme talento, pero de una forma acomodada. Sir Alex Ferguson valoraba su nivel, pero esperaba una madurez mental que no vio. Sin embargo, afrontó su regreso al Barça como esa oportunidad que sólo se presenta una vez en la vida y que hay que aprovechar. Y como suele suceder con los jugadores de tanta calidad, dicho y hecho. Sus tres primeras temporadas fueron excepcionales y por algo Vicente del Bosque le hizo internacional y le dio la titularidad en el Mundial 2010.

Para muchos lo tiene todo para ser el mejor central del mundo porque a sus prestaciones defensivas le suma su calidad con el balón para salir jugando desde la zaga. Todo ello con un físico imponente y una juventud prometedora. Igual que en 2008 cuando firmó para el Barça, la Eurocopa es para él la oportunidad de demostrar que sigue siendo un gran futbolista y que mentalmente no se ha ido. O que por lo menos sólo se fue un rato.