La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, observan desde un balcon la salida de la Hermandad de La Macarena. / Efe
SEMANA SANTA

La lluvia respeta la 'Madrugá' pero acorta las procesiones

Cientos de miles de personas han abarrotado las calles de Sevilla, después de que el año pasado las tormentas impidieran la salida de la totalidad de las hermandades

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La entrada en los templos de las vírgenes de la Macarena, de la Esperanza de Triana y de la Hermandad de los Gitanos ha puesto punto y final a la 'Madrugá' sevillana, que ha sido un poco más corta porque la amenaza de lluvia ha obligado a que se adelantaran al horario previsto.

La lluvia que cayó sobre Sevilla el miércoles y el jueves, ha dado una tregua y las seis cofradías han podido realizar su estación de penitencia por las calles de la ciudad, donde cientos de miles de personas se han congregado pese al frío, después de que el año pasado la lluvia provocara una 'Madrugá' en blanco.

La amenaza de lluvia, que no ha aparecido durante toda la noche, obligó a tres de las seis cofradías de la 'Madrugá' a acortar un poco su recorrido y dos de ellas -la Macarena y los Gitanos- han apurado su recogida hasta casi el mismo momento en que ha empezado a llover en Sevilla.

La Hermandad de la Macarena, que abrió la 'Madrugá', se ha recogido pasadas las 13.20 horas, entre pétalos de rosas que le han tirado desde los balcones y ante las puertas de su basílica se agolpaba una multitud de personas que la despidieron entre aplausos, gritos de guapa y cantes por saetas.

Al mismo tiempo entraba en la Iglesia del Valle la hermandad de los Gitanos, que contó con la presencia de la Duquesa de Alba y de su marido, Alfonso Díez.

Un poco antes volvió a la capilla de Los Marineros la Esperanza de Triana y fue despedida de forma multitudinaria en su barrio, donde le cantaron la Salve Marinera y saetas.

El Gran Poder, conocido como "El Señor de Sevilla", concluyó su recorrido a las 7.25 horas con la sobriedad habitual a su entrada en su templo de la Plaza de San Lorenzo, escoltado por sus 2.400 nazarenos.

La primera hermandad en concluir su recorrido fue El Silencio, en torno a las 5.30 horas en su iglesia de San Antonio Abad, y a las 8 lo hacía El Calvario y sus 600 nazarenos en la parroquia de la Magdalena.