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El asesino de Toulouse, un muyahidín frío y cruel

Autoproclamado "guerrero de Dios" al servicio de Al-Qaida, pertenecía al grupo salafista 'Caballeros del Orgullo', prohibido en Francia

MADRID Actualizado: Guardar
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El presunto autor de la matanza del pasado lunes que dejó siete muertos en una escuela judía de la ciudad francesa de Toulouse, es un joven francés, de 24 años y origen argelino, residente en Toulouse, y cuya identidad, según la cadena de televisión iTele, es Mohamed Merah. El presunto asesino estaba fichado por los servicios secretos por pertenencia a organizaciones islamistas radicales y por haber estado en Afganistán y Pakistán. Además, tiene antecedentes en Francia por infracciones de derecho común con violencia, según ha explicado el ministro francés de Interior, Claude Guéant.

Las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia del colegio judío en el momento de la matanza muestran, según la presidenta del Consejo Representativo de Instituciones Judías en Francia en Midi-Pyrénées, Nicole Yardeni, "algo insoportable, una pesadilla, como ver un filme de horror" y evidencian a un hombre "muy frío, organizado y determinado". "Era como alguien que mata animales, como quien practica un deporte", asegura. En las imágenes, se ve "a alguien que baja de una moto y se pone a disparar y la gente cae muerta, y entra en el patio del colegio y atrapa a una niña y le da un balazo en el tímpano". Antes de eso, el asesino había matado con idéntica sangre fría a otros dos niños, de 3 y 6 años, y a su padre, que intentó protegerles. Según Yardeni, el asesino parecía "determinado y muy normal", aunque "no se puede decir si está sereno, porque está enmascarado" y lleva el casco de motorista puesto todo el tiempo, pero sí se le ve partir "con calma, deprisa, porque es alguien atlético, pero con calma también".

Según el fiscal jefe de París, François Molins, se trata de "un individuo extremadamente determinado, con mucha sangre fría y con objetivos extremadamente definidos, matando cada cuatro días". El responsable de la investigación judicial ha señalado que en los tres casos aparece la misma pistola, que el individuo huyó siempre en una moto del mismo modelo y que acabó con la vida de las siete personas con disparos a bocajarro en la cabeza. Según se desprende de la investigación, se trata de un hombre de silueta "más bien delgada" y en torno a 1,75 metros de altura, "extremadamente bien organizado" y que en cada caso había seleccionado a sus víctimas con gran precisión, agregó el fiscal.

Otro detalle que definiría el perfil psicológico del presunto asesino es la declaración de uno de los testigos, que aseguró que el asesino llevaba una cámara colgada del cuello y ajustada en el pecho con el que podría haber grabado la matanza. De confirmarse, los expertos señalan que "eso tiende a confirmar el perfil psicológico del asesino" como alguien "muy frío y muy cruel".

Frío y cruel

En un primer momento, los investigadores también manejaron la hipótesis de que el presunto asesino fuera un militar de extrema derecha, siguiendo la pista de los tres exmilitares expulsados del Ejército por comportamientos neonazis en 2008, hipótesis que se abrió tras conocerse que los dos paracaidistas de origen magrebí asesinados en Montauban pertenecían al mismo regimiento que los militares expulsados tras haberse fotografiado ante una esvástica haciendo el saludo nazi.

Según el ministro de Interior, el sospechoso fue encontrado el lunes por la tarde gracias a internet y a las conexiones que mantuvo en relación con la primera víctima, un militar asesinado en Toulouse el pasado día 11. Los investigadores comprobaron que 575 personas consultaron el anuncio que el suboficial puso en internet para vender su moto, y que una de las direcciones IP era la de la madre del sospechoso, que estaba siendo investigado por los servicios secretos por "radicalismo salafista". Se decidió poner bajo escucha los teléfonos de varios miembros de la familia, entre ellos el hermano del joven acorralado, que fue detenido la pasada noche cerca de Toulouse.

Tras el magnicidio, Mohamed Merah se presentó a sí mismo como "un muyahidín" perteneciente a Al-Qaida y justificó su ataque a una escuela judía por la situación de los niños palestinos y los asesinatos de militares por la presencia del Ejército francés en Afganistán. Merah estaría además armado. El sospechoso intercambió una pistola con la policía a cambio de un teléfono, pero asegura que dispone de otras armas, en concreto, un kalashnikov, una metralleta Uzi y otras pistolas. También se investiga si pudiera tener conexiones con otras personas.