De 'La Catedral al 'Teatro de los Sueños'

Un triunfo de larga maduración, basado en la fe más que en el buen juego, decantado por la capacidad de reacción y el empuje de una afición inconmensurable. La continuidad europea del Athletic pasaba por remontar en San Mamés, lugar de culto para los vizcaínos y escenario donde el conjunto rojiblanco ha escrito bellísimas páginas durante su centenaria historia. Cumplieron con el objetivo gracias a un solitario gol de Muniain en la segunda mitad. Sufrimiento, paciencia y cocina a fuego lento para acceder a los octavos de final y citarse con el Manchester United en el mítico Old Trafford, el verdadero 'Teatro de los Sueños'.

El habilidoso extremo navarro desatascó a los 'leones' cuando peor pintaba la eliminatoria, ya que dos minutos antes los de Bielsa se habían quedado con un hombre menos tras la expulsión por doble amarilla de Amorebieta. El delantero maneja sus cualidades de manera diferente en cada zona del campo y pertenece a la estirpe de los pequeños y astutos jugadores que hacen tener un plus de calidad a los equipos.

Los de Marcelo Bielsa tenían la misión clara. El gol era el objetivo y el balón el arma principal para hacer frente al equipo ruso. Sin embargo, desde el inicio el Lokomotiv de Moscú, sin complejos y con la ventaja lograda en Luzhnikí, dio de probar a los rojiblancos de su propia medicina.

Presión asfixiante arriba y el Athletic, sin respuestas. Los rusos mostraron claras las intenciones desde el pitido inicial. Fútbol directo y al grano. Nada de tocar, de florituras, de asumir riesgos en defensa y centro del campo. Los rojiblancos tuvieron que superar muchas barreras.

La superpoblación en la medular del equipo moscovita impedía la salida de balón de Ander Herrera, Muniain o Susaeta, acostumbrados a salir con el esférico desde atrás gracias a la jerarquía de Javi Martínez. El Athletic era incapaz de encontrar el camino en un rival muy bien plantado y no conseguían hilvanar tres pases seguidos. Quién diría que los rusos estaban en pretemporada. Los rojiblancos siempre son fieles a los principios de su entrenador. Sin embargo, el buen trabajo físico de los hombres que dirige Couceiro impedía que el Athletic siguiera el sistema habitual de esta temporada. Caicedo avisó pronto a Iraizoz y la impresión de que el encuentro no sería fácil se fue confirmando pese a dos disparos de Iraola, desde la frontal, y otro de Javi Martínez, ninguno de ellos entre los tres palos. El choque entró en varios momentos en un toma y daca con varias acciones muy protestadas por unas gradas muy disconformes con el arbitraje del polaco Pawel Gill. A pesar de ello, quien tuvo la ocasión de adelantar a su equipo antes del descanso fue Torbinski, el mejor jugador de los moscovitas, en una buena jugada personal que tocó Caicedo en el primer palo y despejó como pudo Iraizoz.

En la reanudación Bielsa rotó, hizo cambios, reflexionó y el encuentro varió en sus formas. Toquero, buque insignia de la pelea constante, a la derecha, y Javi Martínez, un coloso difícil de pasar, al centro del campo, pero sobre todo, la entrada de Íñigo Pérez y la exquisita zurda del navarro dieron otro aire al partido. San Mamés arropó al equipo y la temida ansiedad no asomó por el césped de 'La Catedral'. Comenzaron las ocasiones, dos seguidas en la reanudación y, a la tercera fue la vencida. Achuchaban los 'leones'. Un córner botado por Íñigo Pérez, prolongado por Llorente y finalizado por Muniain en el segundo palo, abrió y cerró el marcador para prolongar el sueño europeo del Athletic. El tanto llegó en el momento crucial de la eliminatoria ya que dos minutos antes Amorebieta había sido expulsado. El central se despistó, le 'robaron' la cartera y forzó la expulsión. No había tiempo tiempo para la tranquilidad.

Tocaba sufrir hasta el final. Agonía local. San Mamés arropaba a los suyos. Manchester espera ya a los rojiblancos y la afición bilbaína se prepara para otra gran cita de gala.