El Papa nombra a 22 nuevos cardenales, uno español

El papa Benedicto XVI ha celebrado hoy en la basílica de San Pedro del Vaticano el cuarto consistorio de su Pontificado para nombrar 22 nuevos cardenales, entres ellos el turolense Santos Abril y Castelló, de 76 años, y el brasileño Joao Braz de Aviz, de 64. A la ceremonia han asistido miles de personas, muchas de ellas provenientes de las naciones de las que proceden los nuevos purpurados.

El papa Ratzinger, de casi 85 años, entró en el templo en la peana móvil que desde hace varios meses utiliza para desplazarse por la basílica de San Pedro y evitar esfuerzos. El nuevo purpurado español, Santos Abril y Castelló (Alfambra, Teruel, 1935), es actualmente vicecamarlengo de la Iglesia Romana y arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. El arzobispo brasileño Joao Braz de Aviz (Mafra, 1947) es desde hace un año prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y la Sociedad de Vida Apostólica.

De los 22 nuevos purpurados, 18 tienen menos de 80 años, por lo que pueden participar en un eventual cónclave para la elección de un papa, tal como establece la normativa vaticana. Los cuatro restantes son eclesiásticos con más de 80 años y, aunque no podrán entrar en la Capilla Sixtina en un eventual cónclave, como establece la normativa vaticana al ser octogenarios, sí pueden ser elegidos papa.

De los 22, siete son italianos, dos estadounidenses, dos alemanes, uno español, otro brasileño, un portugués, un indio, un checo, un canadiense, un chino, un belga, un maltés, un rumano y un holandés. En el rito participan cerca de 150 cardenales de todo el mundo convocados por Benedicto XVI, quien ayer se reunió con ellos en el Aula Nueva del Sínodo para "reflexionar" sobre la nueva evangelización y el Año de la Fe convocado por el Pontífice con motivo del 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II.

"Maestros, pastores y mártires"

Benedicto XVI ha pedido a los 22 nuevos cardenales que sirvan a la Iglesia "con amor y vigor, con la transparencia y sabiduría de los maestros, con la energía y fortaleza de los pastores, con la fidelidad y el valor de los mártires". "En el cumplimiento de su peculiar servicio de ayuda al ministerio petrino, los nuevos purpurados estarán llamados a considerar y valorar los acontecimientos, los problemas y criterios pastorales que atañen a la misión de toda la Iglesia", ha señalado el Pontífice, al tiempo que les ha invitado a seguir el ejemplo del apóstol Pedro en su nueva y delicada tarea.

El Papa ha explicado que con la imposición de la birreta roja a los nuevos cardenales "se les confía el servicio del amor: amor por Dios, amor por su Iglesia, amor por los hermanos con una entrega absoluta e incondicionada, hasta derramar su sangre si fuera preciso", como reza la fórmula de la imposición de la birreta e indica el color rojo de las vestiduras.

La lógica de Cristo

"Que el don total de sí ofrecido por Cristo sobre la cruz sea para vosotros principio, estímulo y fuerza, gracias a una fe que actúa en la caridad. Que vuestra misión en la Iglesia y en el mundo sea siempre y sólo en Cristo, que responda a su lógica y no a la del mundo, que esté iluminada por la fe y animada por la caridad que llegan hasta nosotros por la Cruz gloriosa del Señor", ha insistido a los nuevos miembros del colegio cardenalicio.

Además, ha recordado las palabras en las que Jesús explica que el Hijo del hombre Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por la multitud. "Estas palabras iluminan con singular intensidad el Consistorio público de hoy. Resuenan en lo más profundo del alma y representan una invitación y un llamamiento, un encargo y un impulso especialmente para vosotros, queridos y venerados hermanos que estáis a punto de ser incorporados al Colegio cardenalicio", ha subrayado.