pasillos de la tele

'Gran Hermano', aprobado... de momento

El 'reality' mantiene la audiencia con el doblete de Milá y el concursante solidario, pero no se pueden relajar

BILBAO Actualizado: Guardar
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Seguro que los directivos de Telecinco contuvieron la respiración antes de echar un ojo a las audiencias del jueves. Aprobado. La tercera gala de ‘Gran Hermano’ ha mantenido el tipo con 2,6 millones de espectadores. Pero siguen siendo un millón menos que los que vieron el estreno y muchos menos de los que seguían el ‘reality’ hasta hace nada. Hay que reconocer ingenio a los artífices del invento. Idearon una casa inclinada y hasta al revés, han convertido el colorido hogar de Guadalix en una especie de pensión abierta de donde entra y sale la gente cada semana, y le han dado un rollito solidario con una puja benéfica que ha ganado un chaval después de haber apoquinado 70.000 euros por concursar. Por si fuera poco el 24 horas y el estrecho seguimiento que le hacen los demás programas de Telecinco han puesto a la parrilla una segunda gala en el ‘prime time’ de los lunes, también con Mercedes Milá, la indiscutible protagonista de ‘GH’. Argumentarán en Telecinco que quieren sacar el máximo rendimiento al concurso, pero visto desde fuera lo que parece es que tienen miedo a que este año no resulte. No lo confesarán, pero después de tanto esfuerzo 2,6 millones de espectadores parece poco.

Esta vez han querido cuidar el casting, buscaban algo distinto a los macarras y frikis que han habitado la casa los últimos años. Estos son lo que llamaríamos gente ‘normal’. ¿Pero no serán demasiado normales? Porque lo peor que le puede ocurrir a ‘GH’ es que aburra al personal y, de momento, la casa no es un festival que se diga. Menos mal que han metido a un cura y que la chica zen le está poniendo a caer de un burro desde fuera. Una pena que la hayan echado porque la muchacha que susurraba a los árboles habría dado juego ‘destapando’ al cura (no vayan a entenderlo mal...). Zulema (la zen) era la ‘rara’, la que enseñaba al personal técnicas de relajación (aparte de la de vaguear en el sofá, que esa ya la dominan). Pero no valoraron sus esfuerzos y le señalaron la puerta.

Cuando el público tuvo que decidir entre ella y otro compañero al que se le escapó un cuesco durante la relajación, lo tuvo claro: nos quedamos con el del pedete. Quizá porque encaja más en el perfil de ‘gran hermano’. El chico es majete y tiene guasa, aunque le falta mala leche y sex appeal, que es lo que verdaderamento funciona. Claro que luego a los puritanos se les hincha la vena porque hay que ver qué malhablados y qué 'frescos' son. No es que estemos deseando bronca y edredoning, pero como sigan sin pelearse y sin arrimarse nos vamos a aburrir un poco.

La buena noticia (solo para Telecinco) es que desde la próxima semana ‘Gran Hermano’ lo tendrá más fácil porque ‘Cuéntame’ ha terminado la temporada. Hubo un tiempo en que a la gente le gustaba más espiar a los inquilinos de la casa de Guadalix de la Sierra que a los de San Genaro, pero eso era antes, cuando los de ‘GH’ no se tenían que preocupar por las audiencias. Ojalá Imanol Arias y compañía puedan volver a hacerle pronto la competencia a la Milá...