Carme Chacón, tras tomarse la foto de la acreditación del Congreso. / Efe
EL FUTURO SOCIALISTA

Un sector del PSOE teme que su Congreso no zanje la crisis

José Bono pide abrir paso a nuevas voces porque «cuando se pierde hay que dar una oportunidad a quienes puedan ganar»

MADRID Actualizado: Guardar
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El PSOE busca su sitio. Los socialistas no se han liberado aún del estupor provocado por la contundente derrota del 20 de noviembre y ya hay quien empieza a temer que no será capaz de hacerlo a tiempo para el Congreso Federal que tendrá lugar en menos de dos meses. La cita se convocó apenas 24 horas después de la debacle, con cierta urgencia, para demostrar que el partido había escuchado el mensaje del electorado y que iniciaba sin demora la renovación interna. Ahora algunas voces avisan de que se corre el riesgo de cerrar en falso el debate sobre el por qué de la desafección ciudadana.

En los últimos días varios miembros del partido han alertado de que quizá se esté intentado ir demasiado deprisa. Lo hizo el veterano Alfonso Guerra, apenas una semana después de los comicios, al advertir de que había demasiada gente empeñada en «empezar la casa por el tejado», pero le han seguido otros de distintas generaciones, desde el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, hasta el exministro y frustrado candidato a la Presidencia del Gobierno, Josep Borrell.

«Creo -alegó este último en ABC Punto Radio- que hacemos las cosas empujados por una urgencia que quizá no sea tanta; habría que tomárselo con más calma porque elegir al secretario general es importante, pero quizás no sea lo más importante en este momento». Su postura es compartida por algunos miembros de la 'vieja guardia' socialista, como Rosa Conde, José Luis Corcuera o Carlos Solchaga, que esta noche tenían previsto celebrar una cena con Felipe González para discutir de manera informal sobre el futuro del partido. La cita, finalmente, se anuló porque su existencia había trascendido, pero el poso del argumento sigue ahí, aunque nadie se plantee oficialmente posponer el encuentro de Sevilla.

Las elecciones andaluzas, previstas para finales de marzo, son un obstáculo. Los socialistas no se pueden permitir ir a esos comicios clave para su futuro con el partido sumido en una batalla por el liderazgo. Y de hecho, el presidente de la Junta de Andalucía, José Griñán, ha reclamado que sean cuales sean las rencillas, tras el Congreso, se haga un ejercicio de unidad.

Integración

Entre aquellos que, hoy por hoy, apoyan a uno de los dos supuestos candidatos en liza, Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcacaba, aunque las aspiraciones del candidato del 20-N son cada día menos evidentes, hay quien asegura que, precisamente por la premura con la que se está gestionando la situación, el 38 Congreso acabará convertido en un congreso «de transición». «No descarto que finalmente se vaya a una candidatura de integración entre los equipos de Carme y Alfredo», dice incluso uno de los seguidores de la ministra de Defensa.

A juicio de este dirigente, la situación demanda una ejecutiva «potente» y con «autoridad» porque, sin poder institucional alguno y con tan sólo 110 diputados en el Parlamento, será en Ferraz donde deba visualizarse la acción de la oposición. «Necesistamos una dirección con alineación conocida, no como las últimas; casi un gobierno en la sombra», alega este socialista. Ese esquema tendría que ir acompañado, en todo caso, de un compromiso de renovación de cara a las próximas elecciones generales.

Aún es pronto para dar por buenos estos vaticinios. Ni hay candidaturas oficiales ni está claro que no vayan a aparecer alternativas. El aún presidente del Congreso, José Bono, lleva semanas agitando el patio para que se abra hueco a nombres poco conocidos para el gran público, pero que, a su juicio, tienen mucho que decir. García-Page es uno de ellos, pero también cita a los alcaldes de Soria y de Cuenca, Carlos Martínez y Juan Ávila, ganadores de los comicios del 22 de mayo en un escenario hostil. «Cuando se pierde lo que hay que hacer es dar una oportunidad a quienes pueden ganar; yo no quise ser diputado y ahí está todo dicho», dijo en TVE, en un claro mensaje a Alfredo Pérez Rubalcaba.