La actriz María Jesús Valdés, en una imagen de archivo.
Obituario | teatro

Fallece María Jesús Valdés, gran dama del teatro español

Siempre decía que había vivido tres vidas: cuando comenzó los escenarios; el matrimonio con Vicente Gil, médico personal de Franco; y su vuelta a las tablas después de tres décadas de retiro voluntario

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

"Los aplausos se van, quedan las personas, y si no quieres llevarte disgustos serios lo mejor es no creerte nada de lo que dicen, ni lo bueno ni lo malo". Así se expresaba hace cinco años María José Valdés, cuando repasaba su trayectoria vital y profesional, siempre unida al teatro. La actriz madrileña falleció el sábado en su domicilio madrileño, a los 84 años, en la más estricta intimidad. Y en ese mismo secretismo, fue incinerada y comunicada su fallecimiento. Todos los pasos los había dejado marcados Valdés, que en una vida había vivido tres.

La primera, cuando nació en 1927 y decidió que quería dedicarse a la interpretación. "Mis padres no me lo pusieron fácil y eso que les gustaba mucho el teatro, al que con cuatro años me llevaban para ver las funciones del teatro de la Comedia. Ese mundo imaginativo me llenó desde el primer momento porque siempre he sido una lectora ferviente de cuentos, tenías mis brujas, ogros y fantasmas personales", apuntaba. Se fue a estudiar con Carmen Seco y Ricardo Calvo. Su debut se produjo en el teatro Español Universitario con 'El retablo de las maravillas', de Miguel de Cervantes. Con la misma compañía repetiría en 'La prudencia en la mujer' (Tirso de Molina) y 'En Flandes se ha puesto el sol' (Eduardo Marquina). Después, se puso a las órdenes de Cayetano Luca de Tena para interpretar 'Dios con nosotros' de Vicente Escrivá.

Animada por las buenas críticas y el apoyo de Luca de Tena, Valdés prueba con el Teatro Español. Se convierte en primera actriz e interpreta con éxito, en 1949, 'Historia de una escalera', de Buero Vallejo. El autor le llega a escribir 'La tejedora de sueños' para que Valdés se luciera, ya convertida en una gran intérprete de teatro clásico. "En el teatro no te haces rico. La pena es que se ha perdido la liturgia de ir al teatro", exclamaba.

Siguió trabajando en las tablas y hace pequeñas incursiones en el cine, como 'Consultaré a Mr. Brown' (1946) o "El verdugo" (1947). Pero los fotogramas no le llaman tanto la atención. "Quería salir lo más guapa posible, pero la cámara no se enamoró de mí. Me decían que sí, pero yo creo que no. Mi medio es el teatro. Me gusta que el cine esté recuperando a actores importantes de teatro porque pueden enseñar a los más jóvenes a proyectar la voz", confesaba hace un lustro. Pero cuando estaba en plena carrera profesional, la paró en seco. En 1957 comienza su segunda vida cuando contrae matrimonio con el doctor Vicente Gil, médico de Francisco Franco.

Una retirada para criar a cuatro hijos

Regresó a los escenarios en 1987, presionada por sus amigos Nuria Espert y Adolfo Marsillach. Nunca se arrepintió. "Mis amigos no lo entendieron, decían que me había enterrado, pero volvería a hacer el mismo sacrificio porque todo no podía ser. Me enamoré brutalmente de mi marido y muchos no entendieron ese amor sacrificado", recordaba. Regresaría como se fue, a lo grande, con la 'Bernarda Alba' de Calixto y Bieito y 'Carta de amor (Como un suplicio chino)', de Fernando Arrabal; y probaría en televisión con la serie 'Periodistas'. Entre muchos premios, logró el Premio Nacional de Teatro, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, el Premio Nacional del Círculo de Escritores, el Premio Nacional de la Crítica y el Premio a la Mejor Compañía.