Arale, la protagonista de 'Dr. Slump'. Foto: Archivo
Cultura japonesa

Lo bueno y lo malo de Goku

Akira Toriyama, autor de 'Dragon Ball', ha sido premiado como 'Mejor autor vivo del manga' en el Salón de Barcelona, celebrado esta semana

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Para los niños españoles del final de los 70's la abeja Maya fue el personaje animado que se quedó grabado en sus memorias hasta la madurez. Para el público infantil de los 80's, fueron las series de Heidi y Marco las que marcaron su niñez. En la década de los 90's, Oliver y Benji se convirtieron en los ídolos de muchos niños que ahora, con treinta y tantos, curan la nostalgia comprando las camisetas de los equipos de fútbol de la serie. Y para los chicos del final de los 90's fue un personaje con los pelos de punta y con cola de mono el que impactó a toda una generación, que todavía hoy sigue los capítulos de la saga. Goku, el protagonista de 'Bola de Dragón', creció junto a sus seguidores. Empezó siendo un niño en una serie cómica y algo subida de tono, se hizo adolescente en una temporada de capítulos centrados en la superación y el esfuerzo, llegó a ser un adulto rodeado de problemas y responsabilidades e incluso ha muerto y resucitado dos o tres veces.

El genio que inventó esta amplísima saga ha sido premiado como 'Mejor autor vivo del manga' en el último Salón de Barcelona, el más importante del país y que se celebró el pasado fin de semana. Sería injusto nombrar a Toriyama únicamente como autor de 'Dragon Ball', cuando su obra es algo más que esta serie, genial en sus orígenes pero excesivamente comercial en su desarrollo.

Antes del éxito rotundo que le supuso el personaje de Goku y todo su mundo, Toriyama ya destacó con 'Dr. Slump', serie de culto considerada por los 'otakus' (aficionados al manga) mucho mejor que 'Dragon Ball'. Cuenta la historia de un científico llamado Sembei Norimaki (álter ego del autor), que está inmerso en la creación de su propio 'Frankenstein'. En su caso, el robot no tiene el aspecto de un grandullón con tornillos, sino el de una niña normal de diez años a la que llama Arale. La percepción de la vida por parte del robot-niña, que carece por completo de sentido común, y su socialización con los extraños habitantes de Villa Pingüino genera todo tipo de situaciones cómicas.

Esta obra, llena de surrealismo y centrada en personajes infantiles con una fuerza sobrehumana, fue el germen para 'Dragon Ball'. Sin embargo, ésta estaba más asentada en la mitología en un principio, aunque después se perdiera en otro surrealismo propio generado por la extensa trama de la serie. Y es que Toriyama, aunque después ha generado obras cortas y colaborado en la creación de personajes de otras series de éxito, no ha evitado encasillarse con Goku y con todo su universo. El éxito tan arrollador, la comercialización masiva de todos sus productos (ahora mismo, en videojuegos) y los homenajes que sigue recibiendo la serie han impedido al autor evolucionar más allá de 'Dragon Ball'. Y es que cuando el dragón te concede los tres deseos es muy difícil dejar que las siete bolas mágicas se pierdan de nuevo.