Juan Carlos Valeron (Deportivo de la Coruña) y David Silva ( Manchester City). /Redacción
HISTORIAS DEL DEPORTE

Cuna de campeones

Arguineguín, localidad canaria que alumbró a Silva y Valerón, es una de las poblaciones con más talento futbolístico por metro cuadrado

MADRID Actualizado: Guardar
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Arguineguín es un caso a estudiar. En ese enclave turístico, bajo la luminosidad y transparencia con la que se vislumbra el Atlántico, hay uno de los mayores porcentajes de talento por metro cuadrado. En la población marinera, situada al sur de la isla de Gran Canaria, los niños juegan en las calles y playas de sol a sol. La entrada es gratuita. De ahí salieron dos magos del balón que se dedican cada fin de semana a dar seminarios en los campos de fútbol: Juan Carlos Valerón y David Silva. ¡Algo tendrá el agua cuando la bendicen!. El primero lo hizo en Las Palmas, Mallorca, Madrid y La Coruña, mientras que el segundo ha traspasado fronteras y actualmente deslumbra en la Premier League inglesa, tras deleitar a los aficionados de Eibar, Vigo y Valencia.

Ambos orgullo y realidad de un mismo pueblo que se curtieron en el antiguo y árido campo de tierra, ahora de hierba artificial perteneciente al municipio de Mogán. También de allí salió Aythami Artiles, mediapunta reconvertido a central, que jugó en Primera con el Deportivo y ahora, tras su paso por el Xerez, ha regresado a Galicia para devolver al equipo gallego a la máxima categoría del fútbol español.

La técnica parece que se cultiva de manera innata y de forma natural en las islas. Futbolistas con denominación de origen demuestran que el tiempo que ocupa el fútbol en su gente es muy amplio. A muchos les hace falta disciplina, sacrificio, paciencia y hambre para triunfar al más alto de nivel puesto que no hay duda que este tipo de futbolistas disfrutan, y mucho, con el juego del balón redondo que inventaron los ingleses.

En los últimos años son muchos los ojeadores de los grandes clubes que se pasan por dicha localidad a observar cualquier talento que pueda surgir. Esa inagotable cantera que acostumbra a dar de vez en cuando jugadores con una esencia especial. Tras la marcha de Silva al Valencia, el club de Mestalla firmó un acuerdo para poder llevarse a cualquier futbolista a partir de cadetes y compensar económicamente al club isleño por cada etapa que éste cumpla en la entidad valenciana. Así se curan en salud para que no les ocurra como al Artesanos, club de la capital gran canaria de la que salieron Guayre o Rubén Castro y que no recibió compensación alguna tras su marcha.

Un ‘maleducado’ del fútbol

A Silva el Madrid no lo quiso cuando tenía 14 años al considerarlo demasiado bajito. No sabía la entidad madrileña la joya que dejaba escapar. El club blanco no supo catar a un jugador que a día de hoy tiene una lista de equipos que esperan hacerse con sus servicios más amplia que las de las aerolíneas. Pequeño pero matón. Silva hace arte con un balón. Te mira y cuando te das cuenta lo tienes detrás. Es uno de esos ‘maleducados’ del fútbol. Las alternativas de su juego son inimaginables y su polivalencia decisiva. Recibe, roba, toca, ordena, crea y marca goles de ‘crack’ mundial y en estos momentos tiene enamorados a los ingleses, acostumbrados a encuentros de un ritmo frenético. David marca la pauta y el Manchester City baila al son señala el canario.

Dinamismo, precisión, sentido táctico y movilidad son alguno de los valores que adornan a este zurdo que poco a poco se ha ido abriendo paso en el universo de las estrellas. Es el rey de los espacios cortos y marca su territorio con la misma facilidad con la que desnuda las defensas contrarias. Si hay que pasar se pasa y si hay que driblar se dribla, por que hacerlo ‘pa ná’ es tontería que diría aquel. De Arguineguín al cielo. Mancini, técnico del conjunto británico, le da libertad, por las bandas y el enganche, y él responde con exhibiciones como la del pasado fin de semana ante el United. Lo mismo hace cuando se enfunda la elástica de la selección y se convierte en el Messi de España para reabrir el debate de si tiene hueco en ese once de locos bajitos que hacen maravillas con una pelota y que tocaron el cielo el pasado verano en Sudáfrica. Y es que, puede haber jugadores más importantes en el conjunto que dirige Del Bosque pero no con mejor técnica que el canario.

Se está mostrando espléndido en esta segunda temporada en Inglaterra y es el faro que ilumina las jugadas de los ‘Citizens’, un conjunto que a base de talonario es firme candidato a lograr tanto el campeonato local como la Liga de Campeones. Los Dzeko, Agüero, Balotelli o Nasri, con el de Arguineguín como maestro de ceremonias, meten miedo en el Viejo Continente.