Un aacidente en Asturias. / Efe
TRAFICO | SEGURIDAD VIAL

Cajas negras en los coches

Permiten conocer todos los parámetros de la conducción, como la velocidad, aceleraciones o frenazos, y los graba en vídeo

MADRID Actualizado: Guardar
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Primero fueron los aviones, luego los barcos y los trenes y ahora les toca a los coches. Las cajas negras ya son una realidad en los automóviles. Al igual que en los aeroplanos pueden ser de gran ayuda para conocer todo lo que ocurre a bordo del vehículo, no sólo en caso de siniestro sino para saber si el conductor ha cometido infracciones. De momento, no son obligatorias.

El dispositivo, que recibe el nombre de ‘Car Angel BBX1’, está integrado por una cámara de vídeo y un tacógrafo digital con GPS, que además tiene compatibilidad con Google Maps. La caja negra se puede instalar en cualquier tipo de vehículo, tanto para turismos como para flotas de empresa pequeño y gran tonelaje (taxis, microbuses, furgonetas, camiones o autobuses).

El funcionamiento es sencillo. El aparato lo activa el conductor o se pone en marcha al detectar un movimiento brusco del vehículo –frenazo, acelerón o volantazos-. Registra la velocidad, las aceleraciones, o la posición en Google Maps, entre otras variables. Estos datos permiten deducir responsabilidades a la hora de un accidente e incluso tener control preciso de flotas logísticas y evaluar la forma de conducción de sus chóferes. Se puede igualmente supervisar la calidad de la conducción en periodos muy largos, ya que es capaz de almacenar grandes cantidades de información con los que hasta se puede calcular el gasto/ahorro de combustible.

Para instalar esta caja negra no es necesario manipular la centralita electrónica del vehículo, ni agujerear el techo o el salpicadero. Su ubicación está en la parte superior del parabrisas, a la altura del retrovisor central, desde donde la cámara graba lo que ocurre en la carretera.

Por seguridad, el dispositivo recoge todos los datos de forma simultánea en la memoria interna y en una tarjeta SD. Esto garantiza la disponibilidad de la información aún si el dispositivo llegara a dañarse o se extrajera la tarjeta SD de forma accidental. Los datos y el vídeo pueden almacenarse encriptados y protegidos por una contraseña, de tal forma que el acceso esté restringido a su propietario, garantizando una estricta privacidad.

En el futuro estos sistemas podrían ser obligatorios junto al tacómetro en vehículos de servicio público, dado que ayudarían a investigar los siniestros, tal como ocurre con los aviones y los trenes.

Esta tecnología se une al los llamados sistemas de aviso automático de peligro. Unos –ya en el mercado- detectan en el momento vehículos, marcas de carriles, obstáculos o la distancia entre coches, alertando con un pitido al conductor. Otros, como el V2V (vehículo a vehículo) que desarrolla General Motors, y en el que están implicados Toyota, Mercedes, Honda, Volvo y BMW, avisan de obstáculos en la calzada con suficiente antelación para evitarlos antes que estén a la vista del conductor. Esta información la recibe el coche de forma automática desde otro vehículo con el mismo sistema que previamente encontrado el obstáculo.