Marte nunca se verá tan grande como la luna llena

"Marte se verá tan grande como la Luna la noche del 27 de agosto". La noticia ha viajado por los buzones de correo electrónico de medio mundo durante el verano, como ya hizo otros años. Desgraciadamente -sería espectacular- no es cierto. Marte seguirá siendo, visto desde la superficie de nuestro planeta, un punto brillante de la noche estrellada.

El insistente rumor nació en 2003, año en que la Tierra y Marte estuvieron tremendamente cerca; casi tanto como es físicamente posible, a 56 millones de kilómetros de distancia. Más que en cualquier otro momento de los anteriores 60.000 años. Esa noche, de luna llena y puro esplendor marciano, nuestro satélite seguía siendo, al ojo humano y desde 'casa', 75 veces más grande que el 'planeta rojo'.

"La manera de ver Marte tan grande como la Luna es usando un buen telescopio y que la atmósfera tenga una noche tranquila", explica el director de Cosmología de la Agrupación Astronómica de Madrid. "Y mirar la luna a ojo, claro". Durante estos días el 'Planeta Rojo' está a 300 millones de kilómetros de nosotros, dos veces la distancia de la Tierra al Sol. Aun así, y por octavo año consecutivo, la historia sigue su viaje por la red.

'Grosso modo' la Tierra es el doble de grande que Marte, que a su vez dobla en radio a la Luna. A pesar de su considerable tamaño, el 'planeta rojo' está tan lejos de la Tierra que no hay manera de que sea, a simple vista, algo más que un punto brillante con ciertos reflejos rojizos. "Echando números, un objeto de la densidad de Marte, pero el tamaño necesario para que se pudiera ver tan grande como la luna llena desde la Tierra, colapsaría sobre sí mismo y formaría un agujero negro", afirma el director.

Emails como soporte de leyendas urbanas

La historia del 'Marte gigante' no es más que una de tantas leyendas urbanas que unos disfrutan contando y otros desmontando. Estas han encontrado en el correo electrónico la vía perfecta para propagarse de manera exponencial. Hacer llegar un mensaje a cientos de destinatarios está al alcance de cualquiera capaz de hacer tres clicks de ratón.

Las leyendas urbanas no suelen dar problema alguno en la vida real. Son historias irrelevantes, habitualmente con moraleja (el caso del Marte gigante es una excepción) y poco más. Sin embargo, el email como canal, mal usado, pone millones de direcciones de correo en manos de las organizaciones dedicadas a llenar nuestros buzones de correo basura ('spam'). Basta con un mensaje alarmante, una historia tétrica o increíble, y con atribuírsela a una supuesta fuente de autoridad. Después, marcar todos tus contactos como destinatarios y hacer click en 'Enviar'.