Interior de la Bolsa de Madrid. / Foto: Archivo | Vídeo: Atlas
MERCADOS | MADRID

El Ibex choca con los 8.500 puntos y cierra en rojo

Pierde un 0,17%, arrastrado por el comportamiento plano de Santander y la caída de BBVA y Repsol

MADRID Actualizado: Guardar
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En los mercados de renta variable sigue cotizando la esperanza en una próxima actuación de la Reserva Federal norteamericana para animar la economía. Aunque, este martes, con altibajos, y más en Wall Street que en Europa. Porque la agenda macroeconómica de la sesión no fue muy positiva. Hubo datos buenos, como el índice de gestores de compras del sector manufacturero chino, que superó expectativas, o ese mismo indicador para la industria y los servicios de Alemania y del conjunto de la zona euro, que superó los pronósticos de los analistas, pero no gustó nada el resultado de la encuesta Zew de confianza en las economías europea y alemana.

En el caso de la economía alemana, bajó de los -15,1 puntos hasta los -37,6, cuando se esperaba un descenso hasta los -26. Se trata del nivel más bajo marcado por este indicador desde diciembre de 2008. En Europa cayó de los -7 hasta los -40 puntos. Y fuerte descenso, además, en la evaluación de la situación actual. También decepcionó el dato de confianza de los consumidores europeos que elabora la Comisión Europea, dado que cayó desde los -11,2 puntos hasta los -16,6, cuando se esperaba que se situara en los -12,4.

En España, la buena noticia del día vino de la mano de la subasta de Letras a tres y seis meses realizada por el Tesoro español, con una rebaja sustancial respecto a las anteriores emisiones a esos mismos plazos. Pero no tuvo demasiado efecto en el Ibex.

De más a menos

Así las cosas, los avances del selectivo español fueron de más a menos. El selectivo español marcaba máximos de la sesión veinte minutos después de comenzada, muy cerca de los 8.500 puntos, pero a las tres de la tarde estaba plano, en los mismos niveles de cierre de la sesión anterior, en el entorno de los 8.300 puntos y, coincidiendo con la apertura de Wall Street tocaba los mínimos del día por debajo de los 8.200 puntos.

No ayudaban las trabas con las que se puede encontrar Grecia para recibir el nuevo rescate: Finlandia dice que sin garantías no liberará su parte de la ayuda, por poner un ejemplo. Y algunos miembros del Gobierno alemán quieren que el país garantice con su oro la devolución del rescate. De hecho, la prima de riesgo de Grecia repuntó con fuerza este martes, al igual que la de Portugal.

Y a España en particular no le sirvió de ayuda que PP y PSOE hayan acordado introducir en la Constitución un artículo para garantizar un límite de déficit.

Pero la apertura de la Bolsa de Nueva York fue lo suficientemente potente como para provocar que los índices del Viejo Continente rebotaran desde sus mínimos intradiarios. Y ello pese a que los datos que se publicaron en Estados Unidos no fueron demasiado buenos. Por un lado, la cifra de ventas de viviendas nuevas de julio fue peor de lo previsto. Además, los números de junio se revisaron a la baja. La otra referencia negativa vino del indicador de actividad manufacturera de la Reserva Federal del Richmond, que cayó de -1 a -10 puntos, cuando se esperaba que se situara en los -5 puntos. Por último, Bank of America seguía sufriendo fuertes pérdidas, entre rumores de la necesidad de que tenga que acometer una multimillonaria ampliación de capital para absorber pérdidas adicionales en su cartera hipotecaria.

Más pérdidas en Europa

Pero, en el caso del Ibex, el tirón de última hora no fue suficiente para terminar la sesión en verde. Al cierre, el selectivo perdía un 0,17% y daba un último cambio en los 8.279,80 puntos. Hubo otros índices europeos con resultados peores. Por ejemplo, el Ftse Mib de Milán, que retrocedió un 1,04%. Y otro con cierre en negativo: el PSI-20 de Lisboa, que se dejó un 0,16%. En cambio, el Cac 40 francés y el Dax alemán sumaron más de un punto porcentual y el Ftse 100 británico, un 0,67%.

Amadeus fue el mejor valor del Ibex, con una revalorización del 1,91%, ante las mejores cifras de turismo publicadas en España. A continuación, OHL, con una revalorización del 1,25%. No hubo ningún otro valor que subiera más de un punto porcentual. Entre los mejores, Indra, que se apuntó un 0,93%, ACS, que ganó un 0,82%, mientras que el Popular y Técnicas Reunidas ganaron alrededor de un 0,75% y Ferrovial, un 0,70%. Entre los valores en verde, algunos de los grandes, como Telefónica, que subió un 0,61%, mientras que Iberdrola avanzó un 0,08%.

En el otro lado de la tabla, Sacyr Vallehermoso fue el valor que más cayó, con un recorte de casi un 5%, mientras Mapfre retrocedió un 3,52%. Abengoa, ArcelorMittal y BME retrocedieron más de un 2%.

Entre los bancos a la baja, CaixaBank, que retrocedió un 1,85%. También BBVA o Bankinter, que perdieron un 1,01% y un 0,91%, respectivamente. Santander, por su parte, cerró la jornada en tablas.

En el Mercado Continuo, fuerte rebote de GAM, que recuperó más de un 13% tras los fuertes descensos sufridos en la sesión anterior. Avances significativos también para Metrovacesa, que ganó casi un 7%, y para Jazztel, que se apuntó un 5,82%. Las ganancias de Tecnocom, Renta Corporación, Service Point y Ercrós superaron el 4%. En el otro lado de la tabla, Nicolás Correa fue el peor valor, con un descenso del 8,09%.

En el mercado de materias primas, parece haberse pasado el efecto de la próxima caída del régimen de Gadafi. Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, recuperó posiciones, para superar otra vez el nivel de los 110 dólares. También ganaba posiciones en Estados Unidos el barril de West Texas. Mientras, la onza de oro, que llegó a marcar máximos por encima de los 1.910 dólares, se desinfló hasta los 1.864 dólares. Volatilidad, pues, en el metal precioso. Y también en el tipo de cambio entre el euro y el dólar.

La moneda única comunitaria llegó a rozar el nivel de 1,45 dólares, pero se desinfló al final de nuevo hasta 1,44 unidades.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo de Italia y de España se mantenía en el entorno del 2,86%, con los tipos de interés de los bonos de ambos países periféricos subiendo mínimamente hasta rozar el 5%, mientras que la rentabilidad del bono alemán subía un par de décimas, hasta el 2,12%. Y, mientras, el interés del diez años americano se mantenía en el 2,11%.