PROPIEDAD INTELECTUAL

Absuelto el empresario para el que Nintendo pedía 23 años de cárcel

La multinacional de videojuegos pedía 23 años de cárcel y el pago de 840.000 euros en concepto de indemnización por sendos presuntos delitos contra la propiedad industrial e intelectual

AVILÉS Actualizado: Guardar
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El Juzgado de lo Penal número 1 de Avilés ha absuelto al empresario avilesino Alejandro Fernández para el que la multinacional de videojuegos Nintendo pedía 23 años de cárcel y el pago de 840.000 euros en concepto de indemnización por sendos presuntos delitos contra la propiedad industrial e intelectual. Fernández, de 31 años, fue acusado por la multinacional japonesa de vender en su establecimiento cartuchos que permiten modificar la Nintendo DS para utilizar esta consola con contenidos de otras marcas de los que 1.400 fueron incautados en la aduana.

El empresario, que desde el primer momento defendió su inocencia y para el que la fiscalía pidió una condena de un año y nueve meses de prisión, protagonizó un caso excepcional en España ya que nunca antes habían llegado tan lejos otros procesos similares, que siempre se resolvieron con acuerdos o incluso se sobreseen.

Ahora, con la sentencia absolutoria en la mano, que no obstante es apelable, ha asegurado que se sentará en su abogado para estudiar en profundidad su contenido, "que deja una vía abierta a entender que esto que hacemos es totalmente legal". Fernández ha explicado que desde que instalara su establecimiento de Avilés, en 2008, son ya cuatro las demandas a las que se ha tenido que enfrentar, lo que le ha causado graves perjuicios que ahora va estudiar con su abogado.

Este ingeniero técnico de Telecomunicaciones e ingeniero en Electrónica empezó su actividad empresarial en el garaje de sus padres, con trabajos de reparación de aparatos, hasta terminar en un local con quince empleados.

Según Fernández, todos estos procesos judiciales, que conllevan el bloqueo de toda la actividad de importación, han reducido la empresa considerablemente y ha afectado mucho a su volumen de negocio. "Todavía es pronto, la sentencia acaba de salir y no he podido hablar con mi abogado, pero hay que ver qué se puede hacer y, sobre todo, ver qué pasa con todo el material requisado, aunque lleva cuatro años parado en una aduana y ya no tiene valor", ha declarado.

Su objetivo es tratar de retomar el punto de inicio en su negocio, que ha estado abierto durante todo este tiempo, pero en el que ahora "trabajará con más fuerza" porque su argumento de defensa ya no sólo es su opinión, "sino que lo dice una sentencia".