Aumenta la presión

Las advertencias de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (Fed) norteamericana, sobre el "irregular" comportamiento de la economía estadounidense han caído como un jarro de agua fría sobre los inversores, especialmente sensibles ante cualquier género de duda, y más, si ésta llega del responsable de la política monetaria de Estados Unidos. Todos los mercados se resintieron. Y no tiene por qué ser éste el último capítulo de las caídas: el contenido del Libro Beige de la Fed, que se conocía al cierre de los mercados europeos, y la reunión del Banco Central Europeo (BCE), que tendrá lugar este jueves, también presionaron a los índices bursátiles. Y si esto fuera poco, a última hora de la sesión, el precio del barril de Brent se disparó hasta los 118 dólares, después de que los miembros de la OPEP culminaran su primera reunión del año con una falta absoluta de consenso para aumentar la producción de petróleo.

En el caso español, además, el diferencial de deuda con respecto a la alemana vuelve a dispararse hasta los 231 puntos básicos por los temores ante la situación real de la deuda autonómica. En este escenario, el Ibex-35 se dejó un 0,84% y se situó en los 10.082 puntos. Es decir, el mismo nivel que en el pasado mes de marzo, cuando registró su segundo peor mínimo anual. Desde estas referencias, existe peligro de que ceda el soporte clave de los 10.000 puntos y pueda dejarse llevar hasta los mínimos de enero, cuando descendió hasta los 9.437 puntos.

Caídas en el resto de parqués europeos

El mismo comportamiento registraron el resto de índices europeos. El FTSE londinense se dejó un 0,95%, mientras que el CAC parisino cayó un 0,88%, el Eurostoxx-50 perdió un 0,82% y el DAX alemán lo hizo a un ritmo del 0,61%. El euro mantiene su cambio en los 1,45 dólares a la espera de las intervenciones de los responsables de la política monetaria a un lado y otro del Atlántico.

La caída del Ibex-35 podría haber sido aún mayor, si el comportamiento de los grandes valores hubiera sido peor. En general, se mantuvieron en la media o por debajo de ella, como fue el caso de Telefónica (-0,61%), Repsol-YPF (-0,13%) o Iberdrola, que llegó a cerrar en plano. Sin embargo, algo más abultados fueron los retrocesos de los dos grandes bancos: las acciones de Santander se dejaron un 1,37% y las de BBVA, un 1,11%.

Los títulos del resto de entidades financieras se mantuvieron también a la baja: los títulos de Bankinter se dejaron un 2,31%, los de Sabadell un 1,24% y los de Popular, un 1,07%. Por su parte, los valores que más terreno se dejaron fueron los de Indra (-2,78%), OHL (-2,39%), FCC (-2,28%) y Gamesa (-2,28%).

Apenas cuatro títulos terminaron la sesión en positivo. Fueron Mediaset (1,74%), Ebro Foods (1,15%), Técnicas Reunidas (1,07%) e Iberdrola Renovables (0,03%).

En el Mercado Continuo fue destacable el nuevo tropiezo de Ezentis. Después de ceder otro 13,82%, la compañía acumula una caída superior al 40% en apenas tres jornadas, tras anunciar el inicio del proceso del preconcurso de acreedores en dos de sus filiales más importantes. Más información en Finanzas.com