La juventud de Miami castiga la veteranía de Dallas

Después de tres partidos jugados a gran intensidad, la veteranía de los Dallas Mavericks parece que empieza a desgastarse ante los embates atléticos y de juventud de Miami Heat, factor que podría inclinar la balanza en la final de la NBA. En los dos encuentros iniciales en su cancha, Miami ganó el primero (92-84) y perdió el segundo (95-93), para llevarse una victoria por los pelos en el tercero en Dallas (88-86) y ponerse por delante 2-1 en la serie al mejor de siete.

Los de Miami lograron sobrevivir a un escabroso tercer cuarto, cuando de nuevo Dallas realizó una de sus famosas remontadas, y al final pudieron anular al peligroso Dirk Nowitzki para llevarse el triunfo. La clave de los Heat en esta serie no ha sido tanto el desempeño arrollador de sus 'Tres Reyes' -LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh-, como la exigente defensa que le han impuesto a los ‘Mavs’, anulando a los hombres de reparto que giran alrededor de Nowitzki.

Con su fuerte defensa, Miami ha frenado a la octava mejor ofensiva de la Liga, y en el camino ha ido aprendiendo de los errores para aplicar recetas en cada situación de juego. Casi con la espalda en la pared, los Mavericks entrenaron a puerta cerrada este lunes para el cuarto partido de mañana martes, enfrentados a dos hechos contundentes. El primero de ellos, es que el ganador del tercer partido, cuando la serie marchaba empatada 1-1, ha ganado todos los 11 campeonatos desde que en 1985 la final de la NBA se acogió al formato de 2-3-2 (dos partidos en una sede, tres en otra y dos de vuelta a la primera ciudad). El otro factor que juega en contra, es que los Mavericks son un equipo inerme cuando su estrella Dirk Nowitzki está en el banquillo. El resto del equipo ha mostrado una alarmante falta de continuidad en su ataque.

Shawn Marion y Jason Kidd, neutralizados

Los Heat se han dado cuenta que al 'Kaiser' texano no se le puede frenar por completo. Si acaso limitar sus daños, y por ello han puesto el énfasis en anular al resto de los titulares, desde Shawn Marion hasta Jason Kidd. Según estadísticas de la NBA, cuando Nowitzki ha ido al banquillo para descansar algunos minutos, los Mavericks han encestado sólo el 30% de sus tiros de campo. Cuando el 'Kaiser' está en la cancha, Dallas anota para un 52%. "La serie se volverá más difícil a medida que avancen los playoffs", reflexionó Rick Carlisle, técnico de Dallas. "No sé el número de veces que hemos salido de grandes agujeros pero es igual, siempre va a hacer todo más difícil. Por lo tanto, nuestro juego en general va a tener que ser mejor de principio a fin", acotó.

Miami ha logrado neutralizar a Shawn Marion, que en los dos primeros partidos les castigó fuerte desde el poste bajo, y a la 'Hormiga Atómica' Jason Terry, un hombre que se mueve mucho por la zona, buscando el pase o el espacio para sus tiros. También, en los momentos claves del tercer choque presionó al veterano Jason Kidd para hacerle cometer varias equivocaciones graves.

"Tenemos que tener a alguien más en la ofensiva, además de Dirk", dijo Kidd, quien ofreció 10 asistencias, pero también incurrió en cuatro pérdidas de balón. "Tenemos que averiguar cómo llegar al frente y jugar por delante. Dallas podría respirar para el cuarto choque si el pívot Brendan Haywood se recupera completamente de su lesión de cadera. Su ausencia significa más minutos de protagonismo para varios jugadores de zona de ataque y menos fortaleza de los Mavericks bajo los aros, donde se está desencadenando la mayor guerra de esta serie.