El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, interviene en el pleno del Congreso. / Efe
CRISIS ECONÓMICA

El Congreso convalida el plan contra el empleo sumergido

El PSOE ha sido el único partido que ha apoyado la medida que el resto de grupos consideran una imposición de la UE

MADRID Actualizado: Guardar
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El PSOE ha sido hoy el único grupo parlamentario que ha votado en el Congreso de los Diputados a favor de la convalidación del real decreto del Gobierno contra el empleo sumergido. La norma ha salido adelante con 167 votos a favor, 8 en contra (ERC-IU-ICV, BNG y UPyD) y 158 abstenciones.

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha pedido a los partidos que voten a favor porque la actual coyuntura económica exige la regularización de esos trabajadores de forma "urgente" para recuperar la competitividad y la actividad económica. En su opinión, su entrada en vigor servirá además para que se recuperen los niveles de protección de los trabajadores y es "inaplazable" para el equilibrio presupuestario, lo que permitirá un mejor crecimiento económico y la creación de empleo.

Según ha recordado Gómez, el real decreto tiene dos fases de actuación, de las que la primera dura hasta el 31 de julio y permite a los empresarios que, de forma voluntaria, regularicen a sus trabajadores irregulares con contratos que tengan una duración mínima de 6 meses. La segunda fase comenzará el 1 de agosto y conllevará un fuerte incremento de las sanciones para los patronos que sigan teniendo plantillas en la economía sumergida.

Reacciones

El portavoz del PP José Ignacio Echániz ha acusado al ministro de sufrir una nueva enfermedad, el "decretismo", de la que ha dicho que su sintomatología se traduce en aprobar cada viernes un real decreto aunque no valga para nada, porque hay cinco millones de parados. Echániz ha subrayado que la norma se ha "dibujado" en dos semanas para ver si "asustando" logran más afiliados, lo que en su opinión es una "gran chapuza" y refleja que el Gobierno es "incapaz" de tener un plan para crear empleo y para luchar contra el desempleo.

Desde CiU, su portavoz Carles Campuzano ha considerado que hacen falta medidas más audaces que ataquen la economía sumergida, si bien ha admitido que algunas de las que contiene el real decreto-ley son positivas. Campuzano ha reconocido que se trata de un debate complejo porque sin esa economía sumergida la situación de muchas empresas y trabajadores sería mucho peor, y ha añadido que es bastante escéptico sobre la posible eficacia del plan del Gobierno.

Emilio Olabarria, del PNV, ha demandado medidas más contundentes para luchar contra el empleo sumergido y ha criticado que el plan supone en realidad una amnistía. La diputada de ERC-IU-ICV Nuria Buenaventura ha mostrado su oposición al decreto por entender que en realidad responde a las exigencias de la UE y porque no se ha podido debatir en profundidad en el Parlamento.

Dentro del Grupo Mixto, Rosa Díez, de UPyD, ha asegurado que el decreto es una amnistía parcial que penaliza a quien ha cumplido con sus obligaciones, mientras que, por parte del BNG, Olaia Fernández Davila ha afirmado que se trata de un decreto ineficaz que deja fuera a colectivos como las empleadas del hogar o los inmigrantes.