movimiento 'toma la plaza' | ANÁLISIS

Luces rojas de alarma

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Probablemente el movimiento del 15-M no dure mucho. Lo boicoteará rompiendo unos cuantos escaparates un grupo de violentos antisistema dirigidos por no se sabe quién. O los participantes se perderán en luchas internas de manifiestos, peticiones y corrientes. O, sencillamente, se cansarán. Pero ha conseguido encender las sirenas y las luces rojas de alarma y aunque estas se apaguen el problema seguirá subsistiendo.

La democracia, decía hoy Aguirre, no admite apellidos. Y es cierto. Como lo es que la democracia es menos democracia si hay cinco millones de parados; y aún menos si el desempleo es el futuro que se le ofrece a los jóvenes, la mitad de los cuales también está en las colas del INEM. Y peor: cuando parece que nadie de los de arriba se da cuenta del problema.

Se equivoca el PSOE, que parece querer ponerse al frente de las manifestaciones. Hasta Zapatero decía ayer que ve razones para ese descontento. Vaya, vaya y vaya. Las pancartas le hacen ver la realidad a Zapatero. También hoy, la Comisión Europea expedientó a España porque el Gobierno español no ha tomado ninguna medida para controlar el sueldo de los banqueros. ¿Tiene algo que ver con el Gobierno español este Zapatero que entiende las protestas?

Pero también se equivoca el PP, que parece que quiere ignorar las manifestaciones. El movimiento, por ahora, va contra los banqueros y los políticos, pero especialmente contra los políticos del PSOE y del PP, responsables del Gobierno, de los Gobiernos de España e incapaces de dar trabajo y vivienda; incapaces de dar futuro. El caldo de cultivo es el idóneo para la protesta.

El domingo es día de elecciones. Elecciones bajo la luz roja de las manifestaciones. Es conveniente que después del domingo la clase política no se olvide de lo ocurrido estos días, aunque el 15-M apague la luz y los ocupantes de las plazas mayores se vayan a casa. Las sirenas de alarma pueden sofocarse momentáneamente, pero si el problema persiste, las protestas redivivas serán mucho más graves.