Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
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Demasiados frentes abiertos

El Ibex cierra la sesión con un descenso del 0,55%, situándose en los 10.306,40 puntos

MADRID Actualizado: Guardar
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Datos que apuntan a una desaceleración económica, con cifras de inflación elevadas y resultados empresariales decepcionantes, mientras se discute la reestructuración de la deuda de un país europeo, aunque sea "suave" y "ordenada". El resultado de la sesión no podía ser mucho mejor, aunque las emisiones del Tesoro español y heleno fueron positivas.

Jornada volátil en el Ibex-35, aunque el indicador se movió en un rango muy estrecho, entre los 10.431 puntos que marcaba en su mejor momento del día, y los 10.306 puntos, el nivel al que cerró. En la primera hora y media de la sesión, el Ibex estuvo dubitativo, entre los números rojos y los verdes, aunque los primeros pesaban más que los segundos. A las diez y media, la situación parecía cambiar de sesgo: el Ibex registraba un ligero tirón para consolidarse en niveles similares a los del cierre de la sesión anterior gracias al éxito de la subasta del Tesoro Público, en la que, con la venta de Letras a 12 y 18 meses ha conseguido captar 5.500 millones de euros, casi 1.000 millones más que hace un mes y a tipos 30 puntos básicos inferiores a los de la subasta anterior. La demanda fue equivalente a tres veces la oferta. Mejor todavía sentó la subasta de deuda pública griega: el Tesoro heleno logró colocar en el mercado letras con vencimiento a trece semanas por importe de 1.625 millones de euros, un 30% más de lo previsto, con un interés del 4,06%, levemente inferior al 4,10% de la anterior subasta de este tipo, celebrada en abril. Con ello, el Ibex, saltó hasta marcar sus máximos intradiarios.

La subasta de deuda griega coincidió con la publicación del índice de confianza Zew, que mide el sentimiento económico respecto a la economía alemana y a la del conjunto de la zona euro. El indicador bajó en Alemania hasta 3,1 desde 7,6 en abril, lo que supone un deterioro superior al esperado, cayendo hasta los niveles más bajos desde noviembre de 2010. Pero, ante un deterioro de las perspectivas de futuro, la valoración actual sorprende al subir hasta los 91,5 puntos desde los 87,1. Es el valor más bajo desde noviembre de 2010. Por ello, el Instituto Zew considera que es improbable que veamos una mejora del escenario a futuro. Parece que el deterioro de la confianza apenas hizo daño a los parqués. Tampoco los datos de inflación que se conocieron en el Reino Unido: los precios subieron un 4,5% interanual en abril, cuatro décimas por encima de lo esperado por los analistas. Además, la inflación subyacente, aquélla que no recoge los elementos más volátiles, se sitúa en el 3,7%.

Grecia sigue metiendo miedo en el parqué

Pero a las dos de la tarde, el Ibex se desinfló. Posiblemente contribuyera el hecho de que el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, admitiera que podría haber una reestructuración de la deuda griega si el Gobierno del país se compromete a tomar nuevas medidas de ajuste, profundizar las reformas estructurales y acelerar su plan de privatizaciones. Esta reestructuración suave pasaría por pedir a los bancos europeos que extiendan los plazos de vencimiento de la deuda griega para dar a Atenas más tiempo para pagar, así como reclamarles que compren nuevos bonos. Fuera éste, o no, el motivo que se escondía detrás del empeoramiento de las Bolsas, lo cierto es que también en ese momento se observó un interesante cambio en la evolución de los intereses de la deuda, mostrando una mayor aversión por el riesgo: el interés de los bonos alemanes a diez años bajó del 3,11% al 3,09%, mientras que el de los españoles subió del 5,27% hasta el 5,31%, por lo que se ampliaron las primas de riesgo. También se produjo un vuelo a la calidad en Estados Unidos, con el interés de los bonos americanos bajando del 3,17% al 3,10%. Mientras, el tipo de cambio entre el euro y el dólar se mantuvo durante la sesión oscilando en torno a 1,414 unidades.

Precisamente respecto a las negociaciones sobre la deuda griega, Mohamed El-Erian, presidente de PIMCO, aseguró que sin Strauss-Kahn al frente del FMI, serán más complicadas: “Él ha conseguido que todo el mundo en Europa toque la misma melodía. Sin él será más difícil coordinar a los Gobiernos europeos”. “No hay que subestimar lo importante que ha sido Domique Strauss-Kahn en la coordinación de los Gobiernos”, insistió.

En esas primeras horas de la tarde hubo más noticias que pusieron nerviosos a los inversores: por ejemplo, el 'profit warning' de HP, que caía más de un 8% en los primeros cambios de la sesión. La agenda macroeconómica del día en Estados Unidos tampoco daba para muchas alegrías: el mercado inmobiliario propinó varias decepciones, tanto en viviendas iniciadas como en permisos de construcción. Y lo mismo sucedió con las referencias que procedían del sector manufacturero: la producción industrial se estancó en abril, tras crecer un 0,7% en marzo y preverse una expansión el 0,4% para el mes pasado. Y, mientras, el empleo de la capacidad instalada también se redujo: del 77% de marzo hasta el 76,9%.

Si los analistas interpretan la caída del interés de la deuda como síntoma del enfriamiento económico, debemos sacar la misma conclusión de la bajada del precio de las materias primas, que fue lo que ayer sucedió: el barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, ya se cambia por 95 dólares; mientras que el barril de Brent, de referencia en Europa, cae por debajo de los 110 dólares. Cobre, oro y plata también cotizaban a la baja.

Otros parqués a la baja

Por eso, tras la avalancha de datos procedentes de Estados Unidos, los descensos que sufría Europa se ampliaron. Pero el Ibex-35, con su retroceso del 0,55%, hasta los 10.306,40, no fue el índice que más cayó. De hecho, fue, tras el PSI-20 de Lisboa, el mejor indicador. El peor, el Dax, con un descenso del 1,77% fue el peor de todos los indicadores. No en vano, Alemania sería el país más afectado por una posible reestructuración de la deuda griega, sea escalonada, o no. También el Ftse Mib de Milán, y el Ftse 100 británico retrocedieron más de un punto porcentual. Con todo, hay analistas que afirman que el Ibex no debería perder los 10.300 puntos para no ver deteriorado su aspecto técnico.

En el Ibex, sólo media docena de valores terminaron la jornada en verde. Gamesa fue el más rentable, con una revalorización del 2,26%, tras ganar uno de los contratos eólicos más importantes del mundo. A continuación, Amadeus, al que el mercado premió con un repunte del 1,29%, tras anunciar la refinanciación de la deuda. Después, Abengoa, Telefónica y Abertis, que se apuntaron alrededor de un 0,20%. El Popular completó la lista de valores al alza, con un avance del 0,13%. El Sabadell, mientras, cerró en tablas.

Aunque a la baja, entre los valores que menos perdieron, algunos de los grandes, como Iberdrola, que cayó un 0,11% o BBVA, que perdió un 0,41%. También Repsol YPF y el Santander cayeron menos de un 1%.

En el otro lado de la tabla, fuerte castigo para las acciones de Sacyr Vallehermoso, que cayó un 5,33%, contagiadas por el fuerte descenso sufrido por la constructora francesa Bouygues, que hizo públicos unos malos resultados. Las pérdidas de Acciona y de Grifols se acercaron a los tres puntos porcentuales. ACS y Bankinter, mientras, retrocedieron alrededor de un 2,4%. Mediaset, Técnicas Reunidas y ArcelorMittal también perdieron más de un 2%.

Fuera del selectivo, sólo Aisa cayó más que Sacyr Vallehermoso: retrocedió un 5,56%. En el otro lado de la tabla, La Seda de Barcelona, que registró una revalorización del 7,32%. A continuación, Dermoestética y Rovi, que ganaron un 4,69% y un 2,71%, respectivamente.

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