Una joven pasa ante una de las múltiples imágenes del papa que se pueden ver en el Vaticano. / Ap
beatificación

Miles de peregrinos se reúnen para celebrar la vigilia por Juan Pablo II

Una multitud de fieles invade Roma para asistir el domingo en la plaza de San Pedro a la imponente ceremonia por Karol Wojtyla, el primer pontífice de la era global, fallecido hace solo seis años

ROMA Actualizado: Guardar
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La vigilia celebrada en el Circo Massimo de Roma con motivo de la beatificación de Juan Pablo II ha finalizado con una intervención de Benedicto XVI, que ha pedido para que el mundo se renueve desde dentro. "María, enséñanos a renovar el mundo desde dentro, desde la profundidad del silencio y de la oración", ha afirmado el Pontífice, que ha enlazado con el Circo Mássimo desde el Vaticano a través de la televisión. El Obispo de Roma ha pedido también en la oración que los hombres sepan escuchar la Palabra de Dios y sean dóciles a la voz del Espíritu Santo y que escuchen sus conciencias.

Decenas de miles de personas han asistido en el Circo Massimo de Roma, en una noche desapacible, a una vigilia en la que ha intervenido el que fuera secretario particular de Juan Pablo II, Stanislaw Dziwisz, y su portavoz, el español Joaquín Navarro Valls. Asimismo, ha estado presente la monja francesa Marie Simon Pierre, de 51 años y cuya curación, de manera inexplicable para la ciencia, de la enfermedad de Parkinson que padecía ha abierto las puertas a la beatificación de Karol Wojtyla.

A pesar de la lluvia caída durante la tarde, los fieles -entre ellos miles de polacos, españoles, franceses, croatas, libaneses y de otras nacionalidades- han desafiado el mal tiempo y han llenado el famoso recinto romano para carreras de carros. En el Circo Massimo ondean cientos de banderas española, polacas, italianas, mexicanas, libanesas, croatas y de otros países, así como pancartas y fotos gigantes del papa polaco.

La organización, la diócesis de Roma, ha repartido agua, bebidas y velas a los asistentes a la vigilia, en la que han participado numerosos cardenales, obispos y sacerdotes. Ha comenzado con un vídeo de Juan Pablo II del año 2000 durante la Jornada Mundial de la Juventud de Roma, en la que decía a los jóvenes que la Ciudad Eterna no olvidaría "ese estruendo", y ha proseguido con el canto 'Jesus Christ you are my life', interpretado por el Coro de la Diócesis de Roma y de las Orquesta del Conservatorio de Santa Cecilia.

Después se ha conectado con cinco santuarios: el de la Virgen de Guadalupe, en México; Fátima, en Portugal; Lagniewniki, en Polonia; Kawekamo-Bugando, en Tanzania, y Notre Dame del Líbano, a los que estaba muy ligado Juan Pablo II. En ese momento, los miles de fieles que se encontraban en el santuario mexicano han cantado: "Se ve, se siente, el papa está presente".

"Van con retraso"

Por su parte, Joaquín Navarro Valls, que fue portavoz de Juan Pablo II durante 22 años, ha explicado que el papa polaco fue ya santo en vida y le ha dado las gracias por la "obra maestra que hizo de su vida". "El 8 de abril de 2005 (día del funeral de Juan Pablo II), cuando la gente gritaba 'Santo Súbito', pensé: van ya con retraso. Los santos o lo son cuando están vivos o no lo serán nunca. La Iglesia no hace santos, sino que reconfirma una vida de santo", ha afirmado Navarro ante las varias decenas de miles de personas que han asistido en el Circo Massimo de Roma a esa vigilia.

Al respecto, ha subrayado en alusión a Karol Wojtyla que "su vida fue santa. Ya era santo en vida" y ha agregado que en estos momentos, a pocas horas de que Juan Pablo II sea proclamado beato, tiene los mismos sentimientos que durante la muerte del pontífice: "Gratitud a este papa que dijo sí a todo aquello que Dios le pedía, que no era poco. Gracias, Juan Pablo II, por toda esa obra maestra que has hecho de tu vida", ha resaltado.

Celebración de los Misterios Luminosos

La vigilia se ha articulado en dos partes, la primera de las cuales, la Celebración de la Memoria, ha comenzado con una procesión de 30 jóvenes romanos con antorchas que han homenajeado la imagen de Maria Salus Populi Romani, la patrona de Roma, presente en el escenario. Posteriormente, han intervenido Navarro Valls, la religiosa Marie Simon Pierre y Dziwisz, actual cardenal de Cracovia.

La segunda parte ha sido la Celebración de los Misterios Luminosos del Santo Rosario, que fueron introducidos por Juan Pablo II durante su papado. El rosario se recita en conexión directa con los cinco santuarios antes citados: en Guadalupe se ha pedido por la esperanza y la paz de los pueblos, en Fátima por la Iglesia, en Lagniewniki por los jóvenes, en Kawekamo-Bugando por la familia y en Notre Dame del Líbano por la evangelización

Al final, el papa Benedicto XVI ha impartido la bendición apostólica desde el Vaticano. Una vez concluida, las personas que lo deseen podrán acudir a ocho céntricas iglesias de Roma que estarán abiertas toda la noche en la llamada 'Notte bianca di preghiera' (noche blanca de los rezos). Se trata de las iglesias de santa Inés, san Marcos, santa Anastasia, iglesia de Jesús, santa María en Valicella, san Juan de los Florentinos, san Andrés della Valle y san Bartolomé, todas cercanas al Vaticano.

A las 05.30 hora local (03.30 GMT) de mañana, se permitirá el acceso a la plaza de San Pedro, donde a las 10.00 hora local (08.00 GMT) comenzará la ceremonia, presidida por Benedicto XVI y sólo concelebrada por los cardenales presentes en Roma y el que fuera secretario de Juan Pablo II Mieczslaw Mokrzycki. Un total de 2.300 periodistas están acreditados para cubrir este acto, que será transmitido por 1.300 televisiones y 250 radios de 101 países.

La ceremonia

El papa Juan Pablo II se convertirá en beato este domingo en una misa oficiada por el papa Benedicto XVI a las 10,00 horas en la Plaza de San Pedro de Roma, que irá precedida por una hora de preparación durante la que se rezará la llamada corona de la Divina Misericordia, una devoción introducida por Santa Faustina Kowalska y cuya fiesta fue introducida por Juan Pablo II. La ceremonia de beatificación comenzará con la lectura de la llamada 'fórmula de beatificación', que consiste en leer los aspectos principales de la vida del beato. Posteriormente, se descubrirá el tapiz con una imagen del nuevo beato mientras se canta el himno del beato en latín, que se ha inspirado en las primeras palabras de Juan Pablo II en la homilía de inicio de su Pontificado: "No tengáis miedo, abrid de par en par las puertas a Cristo".

El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, ha explicado que este domingo por la mañana se trasladará el féretro de Juan Pablo II ante el altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro. Finalizada la misa y la ceremonia de beatificación de Karol Wojtyla, Benedicto XVI y todos los cardenales concelebrantes se dirigirán al altar de la Confesión en procesión y rezarán unos instantes ante el cuerpo del nuevo beato. Posteriormente, los peregrinos podrán venerar los restos de Juan Pablo II y no se cerrará la basílica de San Pedro "hasta que no haya pasado el último peregrino", según confirmó el padre Federico Lombardi.

Ante la posibilidad de que lleguen al menos un millón de personas a Roma para venerar el cuerpo, Lombardi aseguró que la basílica permanecerá abierta "toda la noche" si fuera necesario y tan solo se cerrará durante unos minutos para llevar a cabo las tareas de limpieza. Las celebraciones con motivo de la beatificación de Juan Pablo II concluirán el próximo lunes 2 de mayo con una misa en honor al nuevo beato que se celebrará en la Plaza de San Pedro de Roma a las 10,00 horas y será presidida por el Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone.

Al menos 87 delegaciones extranjeras participarán en la beatificación de Juan Pablo II, según Lombardi. Entre estas delegaciones, participarán cinco casas reales, 16 jefes de Estado y seis jefes de Gobierno, así como algunas representaciones de la Unión Europea, como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y uno de los vicepresidentes del Ejecutivo comunitario, el italiano Antonio Tajani. Concretamente, desde España, encabezarán la delegación los príncipes de Asturias. También formarán parte de la delegación española, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, y la nueva embajadora española ante la Santa Sede, María Jesús Figa.