Alves, hasta 2015 sin discusión

Cuando el Barça pagó 36 millones de euros por Dani Alves en el verano de 2008, el siempre beligerante entorno azulgrana se echó las manos a la cabeza. “Demasiado dinero por una defensa que no va a decidir partidos”, era el principal argumento. Tres años (todavía no cumplidos) y ocho títulos después, nadie discute que el club azulgrana haya hecho un esfuerzo económico para acercarse a las exigencias del brasileño con el objetivo de asegurarse su continuidad. El lateral-centrocampista-extremo, que acababa contrato en junio de 2012, firmará hoy miércoles hasta 2015 sabiendo que por fin va a ser valorado como uno de los cracks del equipo, por detrás de Messi, pero en una escala salarial cercana a Xavi, Iniesta y Villa.

Alves, que también ha perdonado dinero porque el Manchester City le ofrecía una cantidad astronómica, como a Touré Yaya la pasada temporada, ha priorizado el plus que le ha dado a su carrera jugar en un equipo que aspira cada año a todos los títulos como el Barça. En el Sevilla se hizo jugador, se mostró al mundo, y en el Camp Nou ha encontrado la libertad para desarrollar su fútbol. No es una exageración decir que en el Barça hay dos jugadores con más libertad que el resto: Messi, con permiso para moverse por donde quiera, y Alves, que puede subir la banda casi siempre porque el sistema táctico ya está preparado para cubrirle la espalda con una defensa de tres. ¿Algún club en el mundo le permitiría tantas alegrías ofensivas? Seguramente no. Y él sabe que para ganarse la titularidad de la selección brasileña, en ningún sitio como en el Barça.

Dani Alves, que acabará su nuevo contrato a los 32 años, arrancó su etapa como azulgrana al mismo tiempo que Pep Guardiola, quien siempre dicho en estos meses de incertidumbre sobre el futuro del brasileño que era optimista. El técnico de Santpedor es un admirador del lateral, entiende que aporta la garra y el carácter necesario a un equipo que no va sobrado de 'mala leche'.

La afición del Camp Nou también ha votado por Alves en su litigio con el club. Su nombre ha sido coreado en distintas ocasiones, como el pasado sábado cuando encarriló con una golazo espectacular desde fuera del área la victoria ante el Getafe (2-1). Casualidad o no, cinco días después se ha cerrado la renovación de un jugador que quizás sea el mejor del mundo en su puesto y que ha cumplido su palabra: “Vengo al Barça para ganar títulos como la Liga y la Liga de campeones”, dijo en 2008. Ahora se queda para reconquistarlos.