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Tamgho bate un récord del mundo de triple salto preparado en Alicante

El pupilo de Iván Pedroso ha demostrado sus grandes cualidades

PARÍS (FRANCIA) Actualizado: Guardar
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Teddy Tamgho terminó de encender el Omnisport de Bercy. Los Campeonatos de Europa estaban concluyendo y, un poco antes de que el cuarteto francés provocara la locura con su triunfo en el 4x400, broche a un brillante fin de semana, firmó el único récord del mundo. El formidable saltador, que empieza a sentirse una estrella del deporte mundial, que ejerce como divo, con sus elaborados saludos, casi una coreografía, antes de sus concursos, con su gorra de los Yankees ladeada encima del podio, también cumplió en el pasillo del triple salto. Allí, otra vez por un centímetro, otra vez dando la sensación de poder saltar mucho más, de ser el tercer hombre de la historia en pasar de los 18 metros, regaló a su público dos saltos de 17,92.

El francés preparó este éxito en Alicante. Allí viajó con un amigo y se reunió con Iván Pedroso, su nuevo entrenador después de romper con Jean-Herve Stievenart, con quien firmó su primera plusmarca universal (17,90) hace un año en Doha. Tamgho sentía que necesitaba un cambio y se entregó, admirador como es del sistema cubano, al campeón olímpico y tetracampeón mundial en longitud, quien vive en Guadalajara con su mujer, española. Pedroso buscó el calor de Alicante, la ciudad que conoció al fichar por el club de esta capital, el Puerto de Alicante, en su fallido intento de volver a ser un gran saltador. Y allá que se fueron.

Tamgho, 21 años, un tipo extravagante, se buscó un apartamento en la playa de San Juan, a un tiro de piedra de las pistas de Monte Tossal, en Alicante, pero más cerca aún de la arena, junto al mar, donde poder iniciar la preparación. Allí también encontró el gimnasio Arena, que colmaba todas sus necesidades. Y allí le tocó, además, retomar el español que estudió, de pequeño, en el colegio para poder comunicarse con Pedroso, que no habla otro idioma.

Juntos comenzaron a realizar retoques técnicos, pequeñas modificaciones que deben concretarse en un atleta más completo en el verano de 2012, en Londres, donde espera convertirse en campeón olímpico. Pedroso, que ha buscado el asesoramiento de Juan Carlos Álvarez, entrenador de saltadores en Madrid, que siempre ayuda a los cubanos que vienen a España, está encantado con este reto. No ha tardado en ver los frutos de su trabajo. Primero en Aubiere, el 20 de febrero, donde batió el récord del mundo por un centímetro (17,91). Y luego, en París, donde subió a 17,92. Es sólo un anticipo. Así lo siente Pedroso. Y así se lo gritó a su atleta durante la final. "¡Teddy, si aprovechas toda tu velocidad, vas a saltar 18,30!". El récord absoluto, al aire libre, todavía lleva la rúbrica de Jonathan Edwards, el británico que en 1995 saltó 18,29.