TENSÍON EN EGIPTO

Mubarak se resiste a dimitir y anuncia que no se presentará a las próximas elecciones

"Os digo con toda sinceridad que, a pesar de las actuales circunstancias, no tenía intención de participar" en unos nuevos comicios, ha dicho el mandatario

MADRID / EL CAIRO Actualizado: Guardar
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Finalmente Hosni Mubarak ha cedido a las protestas de su pueblo y a la presión internacional. El presidente egipcio ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones presidenciales, programadas para septiembre próximo. Mubarak ha hecho el anuncio en una discurso que ha sido transmitido por la televisión pública, al final de una masiva jornada de protestas contra su régimen, que comenzó en 1981.

"Os digo con toda sinceridad que, a pesar de las actuales circunstancias, no tenía intención de participar en las próximas elecciones", ha afirmado Mubarak. El dirigente, de 82 años, nunca había anunciado públicamente sus intenciones respecto a los próximos comicios, aunque líderes políticos cercanos al gobernante asumían que se presentaría como candidato. Su hijo menor, Gamal, había surgido como la figura de recambio que tenía preparada el régimen en caso de que Hosni Mubarak se retirara de la carrera presidencial. Según lo anunciado, concluirá su mandato y, hasta entonces, trabajará para cumplir con las "demandas" expresadas por la población.

Mubarak ha confirmado sus intenciones electorales poco después de que medios estadounidenses se hicieran eco de que la Casa Blanca había pedido al líder egipcio que no se presentara a la reelección de los comicios de septiembre.

"He agotado mi vida sirviendo a Egipto y su pueblo", ha añadido. Mubarak ha abogado por un "traspaso pacífico" del poder. "La historia me juzgará, a mí y a mi legado", ha declarado el dirigente, confiado en que Egipto "siempre será fuerte". "Este es mi país. Es donde he vivido, lucharé y defenderé su territorio, soberanía e intereses, y moriré en su suelo", ha advertido.

También ha dicho que pedirá al Parlamento que cambie la legislación que fija las condiciones para poderse presentar como candidato presidencial. El actual esquema, por ejemplo, impide que pueda aspirar a la Presidencia el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei. Asimismo, ha señalado que pedirá al Parlamento que dé curso a las impugnaciones presentadas por los resultados de las últimas elecciones legislativas, en noviembre y diciembre pasado, que se desarrollaron con múltiples denuncias de fraude.

La oposición defiente su "agenda"

Sobre la ola de protestas contra su régimen, ha dicho que determinados grupos políticos que no identificó están "manipulando y tomando ventaja" de estas manifestaciones. "Se necesita liderazgo para elegir entre el caos y la estabilidad", ha añadido el gobernante, que se ha presentado ante las cámaras de televisión en traje oscuro y corbata negra.

Ha recordado que el fin de semana pasado nombró un nuevo gobierno para responder a las demandas que se le pedían en la calle, y también pdidió al vicepresidente, el general Omar Suleimán, recién designado, "que dialogara con todas las fuerzas políticas". Esta invitación, ha añadido, fue rechazada por los grupos de la oposición, a los que acusó de "defender simplemente sus agendas".

Mubarak, que ha lamentado cómo la "libertad de expresión" se ha convertido en los hechos "desafortunados" a los que hoy asiste el país, ha denunciado los "malos días" que atraviesa Egipto. "Hay miedo y preocupación", ha dicho, en un discurso grabado cuyas principales claves habían sido adelantadas durante las horas previas. El mandatario egipcio ha hecho un intento por dirigirse a todos los sectores de la población y ha citado que "todos" en el país conocen sus "sacrificios".

En un ligero esbozo de los cambios que piensa acometer, Mubarak ha adelantado que promoverá reformas constitucionales y una lucha contra la corrupción, al tiempo que ha prometido un diálogo con todos los partidos políticos. Durante los últimos días, han corrido rumores acerca de una posible salida de Egipto del veterano mandatario, e incluso este martes se llegó a especular con una posible huída de Mubarak en su avión privado hacia Bahréin.

Los manifestantes rechazan la propuesta de Mubarak

Los manifestantes que se encuentran desde hace varios días en el centro de la capital egipcia han reaccionado con frustración y enojo al último discurso del presidente Hosni Mubarak. "La petición es para que se vaya ahora. Se tenía que haber ido hace mucho tiempo", ha dicho Mohamed Bolhan, uno de los miles de activistas que esta medianoche continuaban en la plaza Tahrir, después de doce horas de intensas protestas contra Mubarak.

"No le creo ni a él ni a su gobierno. Debería irse ya y que sea el pueblo que elija a quien quiera", ha dicho otro de los manifestantes, Aleh Barakat, farmacéutico, al comentar la promesa de Mubarak de que no se presentará a los comicios de septiembre. "Hay millones de pobres por su pésima gestión económica", ha añadido.

Los participantes en la protesta de hoy, que parecían dispuestos a pasar la noche en la plaza Tahrir, epicentro de las manifestaciones de los últimos días, pudieron seguir el mensaje de Mubarak en una pantalla gigante instalada en ese lugar. Cuando terminó el discurso, se extendió un abucheo y se generalizaron los gritos contra el gobernante y la demanda para que no esperara a los comicios de septiembre y renuncie ya.

"¡Lárgate!" y "¡No queremos a Hosni Mubarak!" eran algunos de los lemas que se repetían esta noche y que se han venido coreando a lo largo de esta jornada y de las anteriores, como parte de la oleada de protestas que comenzó el 25 de enero pasado. "El pueblo se ha cansado del régimen de Mubarak y de los que le rodean", ha insitido Bolhan.

En Alejandría, la manifestación de opositores al presidente que se desarrollaba ha adquirido tintes violentos a causa de varios enfrentamientos en los que se han escuchado disparos, según informa la cadena de televisión Al Yazira.