«Retirarse es como echarse y esperar la muerte»

Harrison Ford (Chicago, 1942) habla de forma pausada, muy bajito y sin alterarse lo más mínimo. Ni siquiera ha mostrado una sorpresa excesiva cuando una periodista le ha pregunta sobre la 'ley Sinde'. Sí, a Harrison Ford, a Indiana Jones. Se ha limitado a contestar que «por supuesto» está a favor de la defensa de los derechos de autor. Pero el actor estadounidense no ha estado en Madrid para hablar de los problemas de la ministra de Cultura y los internautas sino para promocionar Morning Glory, donde comparte protagonismo con Rachel McAdams (El diaron de Noah, Sherlock Holmes) y Diane Keaton. Curiosamente, es la primera vez en sus extensas carreras que han trabajado juntos. «Ella es maravillosa, muy inteligente. No me costó ningún esfuerzo trabajar con ella. Es curioso pero nunca hablamos de interpretar", ha contado el actor, que estrena Morning Glory el próximo 21 de enero.

Los tres actores se pusieron en las manos de Roger Michell (Notting Hill) para dar vida a los protagonistas de un programa matinal de una cadena de televisión nacional. Becky Fuller (McAdams) es una joven productora contratada para levantar 'Daybreak', que está presentado por Collen Peck (Keaton) desde hace años. Ningún compañero ha soportado a esta veterana presentadora, pero Fuller está empeñada en que Mike Pomeroy (Ford), un periodista que lo ha ganado todo en 40 años de carrera, esté a su lado todas las mañanas. Pero Pomeroy no quiere estar en un programa de entretenimiento. Sólo desea dar noticias serias. Y ahí comienza el conflicto con la joven productora, en un film donde el periodismo no sale bien parado. «Hay muchos periodistas responsables en la actualidad. Siempre he valorado la objetividad y últimamente sólo se busca un lugar para que la gente pueda sentirse cómoda con sus prejuicios», ha señalado el actor, que ha completado su elegancia habitual con unos coloridos calcentines.

La estrella estadounidense tampoco ha mostrado mucho cariño por los plumillas. De haber sido periodista, le hubiera gustado hacer reportajes «en un contexto dramático» como una guerra y ha asegurado que jamás hará un programa de televisión. Además, ha incidido en que no cambiaría su actual trabajo por nada, ya que «ser actor es la mejor profesión del mundo». Y a pesar de llevar 40 años en el mundo de la interpretación, donde ha hecho de presidente de los Estados Unidos, contrabandista espacial, abogado o doctor, nunca se ha convertido en un actor. «Cuando empecé me interesaba conocer vidas distintas, diferentes situaciones y pensaba que sería un proceso. Y luego ese proceso ha seguido», ha señalado.

Otra actriz que sabe lo que es cambiar de registro es Rachel McAdams (London, Canadá, 1978). Ha hecho comedia, drama y aventuras. Sólo le falta hacer una película de terror. «Ya me han dicho que podría ganar un Oscar porque estaría, de verdad, completamente aterrada», ha bromeado. La actriz norteamericana ha contado que se preparó a conciencia el papel. Acompañó a un productora de verdad en su vida diaria. «La primera cita fue a las doce y media», ha comentado. Se quedó sorprendida del ritmo de trabajo, conoció otro Nueva York y aprendió «dónde se puede comer un buen entrecot a las diez de la mañana», la hora de comer para estos profesionales.

Papel secundario

Con Morning Glory, Ford aceptó su primer pael secundario siendo ya un mito en Hollywood. Al actor esta situación o este nuevo rol no le preocupa. Sólo le inquieta que la historia sea buena. «No me ha costado cambiar. Lo que me atrajo fue la inteligencia del guion», ha apuntado el actor, que no quiere oír hablar de abandonar esta profesión. «Retirarse es como echarse y esperar la muerte. Quiero continuar trabajando mientras disfrute de lo que esté haciendo», ha reiterado Ford, cansado por la promoción europea de la película. Después de visitar Londres, Berlín y Madrid, el equipo se traslada a París para luego volver a Estados Unidos. No obstante, es muy probable que regrese a Europa en breve. Este año también estrena Cowboys & Aliens junto a Daniel Craig, una de las grandes apuestas de la temporada.