Camacho, Basagoiti y Feijóo sellan un compromiso en favor de la unidad de España

La presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho; el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, han firmado, en un acto simbólico, el llamado 'Compromiso de Barcelona', para avalar que las "comunidades históricas" se comprometen con la unidad de España. En un acto en el Saló del Tinell de Barcelona, el lugar donde se gestó el tripartito catalán en 2003, Nuñez Feijóo y Basagoiti han arropado a Sánchez-Camacho en la campaña catalana y le han dado 'la alternativa' para abrir una "nueva etapa" en Cataluña.

Ante unas 400 personas, estos dirigentes han contrapuesto este pacto que han sellado hoy con la Declaración de Barcelona firmada por PNV, CiU y BNG, así como con el pacto del Tinell avalado por PSC, ERC e ICV-EUiA y que excluyó al PP como socio de gobierno. Han destacado la compatibilidad de sentirse orgullosos de ser catalanes, gallegos o vascos y a la vez españoles, un mensaje recurrente del PPC en esta campaña, y han defendido la convivencia lingüística "sin problemas" del español y las "lenguas particulares" de cada una de estas "nacionalidades históricas".

Si el 14 de diciembre de 2003 fueron los entonces máximos líderes del PSC, ERC e ICV-EUiA, Pasqual Maragall, Josep Lluís Carod-Rovira y Joan Saura, hoy retirados o en un segundo plano de la política, quienes suscribieron, pluma en mano, el llamado pacto del Tinell, hoy el PP ha situado en el mismo escenario, sentados en una especie de taburete, a los tres dirigentes del PP. Sánchez-Camacho ha asegurado que el PPC no podía "permitir" que un salón "maravilloso" como el del Tinell, que data del siglo XIV, "quedara en la retina" como el lugar donde se gestó "el pacto de la exclusión", sino que quería asociarlo a la firma de un pacto "por la defensa de las lenguas, de la libertad y de la historia propia y la historia común".

Aunque el presidente gallego ha puesto a Basagoiti como la prueba de que "se puede gobernar sin los nacionalistas en el País Vasco", ha subrayado que no estaban aquí para "echar de la vida política a nadie" y que el PP nunca irá "al notario" para vetar a un partido. "Las tres nacionalidades históricas también tienen algo en común. Hemos conseguido en 2009 iniciar un cambio en Euskadi y en Galicia y vamos a conseguir en 2010 iniciar un cambio en Cataluña", ha proclamado el dirigente gallego, que ha remarcado que "la Generalitat no puede ser una caja vacía de dinero y llena de facturas", y que se acabaron los tiempos del "champán y las rosas". El presidente de la Xunta se ha marcado el reto de que estas tres comunidades "lideren el autogobierno", pero ha dejado claro que quieren "más autonomía" pero siempre "dentro de la Constitución".

«La PP fobia ya es un síntoma del pasado»

Por su parte, Basagoiti ha apelado a su experiencia en el País Vasco para recordar que "Patxi López renegaba (de pactar con él) como ahora reniega Montilla del PP" y luego acabó pactando con su partido, y para subrayar que también el PNV se apresuró a llamarle cuando vio los resultados de los comicios en Euskadi. "No me quedé ni con unos ni con otros, sino con un programa concreto", ha subrayado el dirigente vasco, que ha destacado que cuanto más PP haya, "más sentido común y menos independencia habrá", al tiempo que ha augurado que la táctica del 'todos contra el PP', que se empezó a romper con la victoria de Feijóo y con su resultado en el País Vasco, hoy se acababa "definitivamente". También ha deplorado la "PP fobia" que muestran otros partidos respecto al PPC, pero ha advertido que eso es ya un "síntoma del pasado".

La candidata del PPC a la Generalitat ha asegurado que hoy era un "día para la historia", pensando en el PP y en estas tres comunidades, porque "mientras muchos hablan fuera de exclusión y de nacionalismo", ellos defienden aquí "la España de la libertad". "Porque las lenguas son instrumentos de unión y riqueza común de vascos, catalanes y españoles", ha insistido Sánchez-Camacho, que ha destacado que el pacto del Tinell, "de rechazo al PP y a sus miles de votantes", dio inicio la etapa "más negra de la historia de Cataluña".