sector aeronáutico

China compra 102 aviones Airbus por 10.000 millones de euros

La operación, materializada durante la visita de Hu Jintao a Francia, se suma a otros acuerdos por valor de 4.000 millones

PARÍS Actualizado: Guardar
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Varias aerolíneas chinas han firmado la compra de 102 aviones con el fabricante europeo Airbus, operación valorada en unos 10.000 millones de euros, durante la primera jornada de la visita del presidente chino, Hu Jintao, a París, donde no ha faltado la protesta de los defensores de los derechos humanos. Los contratos millonarios con Airbus se han completado con otros acuerdos con empresas francesas por una cuantía próxima a los 4.000 millones de euros.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha cuidado la puesta en escena de la visita de su homólogo chino para acabar con las desavenencias que durante 2008 tensaron las relaciones entre ambos países. Todo se ha dispuesto en París para no airar a un Hu que efectúa su segundo viaje a Francia, el primero desde que Sarkozy desairara a Pekín al recibir al Dalai Lama en 2008. Fue la culminación de un año en el que las relaciones entre ambos países se vieron enturbiadas también por el tormentoso paso de la antorcha olímpica por la capital francesa, marcado por las protestas de los defensores de los derechos humanos.

Desde entonces, Sarkozy se ha dedicado a enderezar el rumbo de la relación con China y los contratos firmados hoy se consideran desde el Elíseo como un paso decisivo en esa dirección. El protocolo ha sido dispuesto para que Hu no tuviera que responder a cuestiones sobre derechos humanos, para lo cual se ha decidido que durante sus tres días de visita no se enfrente a las preguntas de los periodistas.

El líder chino, que llegó a primera hora de la tarde al aeropuerto parisiense de Orly, celebró con Sarkozy una primera reunión bilateral al término de la cual se escenificó la firma de los contratos, supervisados por ambos mandatarios. El principal beneficiario es el constructor aeronáutico Airbus, que ha vendido a compañías chinas 102 aviones valorados en unos 10.000 millones de euros.

Airbus, filial del consorcio europeo aeronáutico y de la defensa EADS, en el que además de Francia participan Alemania y España, ha firmado un acuerdo para la venta de 50 aparatos A320, 42 aviones A330 y diez del nuevo avión de mediana capacidad y largo recorrido A350, según ha informado la presidencia gala.

Otros acuerdos

Paralelamente, el grupo nuclear público galo Areva ha logrado un contrato valorado en unos 2.500 millones de euros para la venta de 20.000 toneladas de combustible de uranio durante los próximos diez años. Areva ha señalado que están muy avanzadas las negociaciones para la construcción en China de dos nuevos reactores de última generación EPR y ha firmado un contrato industrial con el grupo chino CNCC para el reciclaje de combustibles nucleares, que puede desembocar en la construcción de una planta de tratamiento en China.

La petrolera Total, por su parte, ha suscrito un proyecto para la construcción de una planta petroquímica de transformación de carbón en Mongolia interior, que puede comenzar en 2015 y cuyo coste oscila entre los 2.000 y los 3.000 millones de euros. Antes de la llegada de Hu a París, el grupo de telecomunicaciones Alcatel-Lucent anunció tres contratos con operadores chinos valorados en 1.178 millones de euros.

Francia no ha ocultado las elevadas espectativas que tiene en la visita de Hu, que quiere exprimir para superar los 20.000 millones de euros de contratos que Sarkozy se trajo de su último viaje a China en 2007. El ministro chino de Exteriores, Fu Ying, ha asegurado que ambos países cuentan con doblar sus intercambios comerciales en los próximos cinco años, hasta alcanzar los 80.000 millones de dólares anuales. París espera también obtener el respaldo de Pekín en su presidencia del G-20, que comienza este mismo mes.

Hu y Sarkozy viajan mañana a Niza, en la costa mediterránea, donde según los observadores el presidente galo puede solicitar a su homólogo chino un cambio en su política sobre la moneda china, el yuan. Ese puede ser el asunto más espinoso de la reunión, a menos que, tal y como le reclaman diversos activistas, Sarkozy no se decida a poner sobre la mesa la situación de los derechos humanos. Algo bastante improbable si se tiene en cuenta que el presidente francés guardó silencio tras la atribución del Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo, que Pekín mantiene en la cárcel. La llegada de Hu a París ha coincidido con dos manifestaciones para recordar al disidente, así como la situación en el Tíbet o en la región de Xinjiang y, en general, la situación de los derechos humanos.