Lindsay Lohan tiene una nueva adicción

Lindsay Lohan no gana para adicciones. Si la polémica actriz ha tenido multitud de problemas con la justicia por su adicción a las drogas, ahora dicen que también está enganchada a los emails y a Twitter. Y todo ha surgido durante su estancia en la clínica Betty Ford de Los Angeles.

A la actriz de Machete, quien entró voluntariamente en el centro de desintoxicación Betty Ford a finales del mes pasado para cumplir un tratamiento, le han tenido que limitar el uso de su teléfono móvil así como reducir el tiempo que pasa en Internet conectada a las redes sociales.

"Sólo le permiten usar su móvil dos horas al día y únicamente para mantener el contacto con su familia y sus amigos más allegados", ha publicado el periódico estadounidense The New York Post. Los médicos le han impuesto estas condiciones por su propio bien, para que la actriz pueda "concentrarse en ella misma" mientras dure la terapia. Lohan tendrá que acudir a juicio el próximo 22 de octubre para un control rutinario de su libertad condicional después de haber dado positivo en dos tests de drogas hace un mes.

La protagonista de Chicas Malas, quien en julio pasó 13 de los 90 días de su condena entre rejas, volvió a prisión después de suspender los tests. Pero finalmente, sólo estuvo unas horas y fue puesta en libertad tras pagar una fianza de 300.000 dólares (220.000 euros).

Además, los amigos de Lindsay Lohan aseguran que a la actriz no le preocupa poder volver a la cárcel. "La prisión no le asusta. A principios de este verano estaba aterrada. Pero al haber pasado un tiempo entre rejas ya se ha acostumbrado", han dicho.