Imágenes de una televisión local tras el ataque.
Rusia

Al menos cinco personas mueren y 39 resultan heridas en un atentado suicida en un cuartel de Daguestán

Un terrorista ha embestido con un coche cargado con explosivos contra las puertas de una unidad motorizada del Ejército

MOSCÚ Actualizado: Guardar
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Cinco militares rusos muertos y cerca de 40 heridos es el balance provisional de un atentado suicida cometido esta madrugada en las afueras de la localidad de Buinaksk, en Daguestán, república fronteriza con Chechenia. El ataque se produjo hacia la una de la madrugada (dos horas menos en España) contra un campamento de la Brigada motorizada número 136 desplegado junto a un campo de tiro cerca del poblado de Jalimbek-Aul.

Según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Alexéi Kuznetsov, El terrorista, perteneciente presumiblemente a una de las células de la guerrilla islámica, penetró en el interior del campamento rompiendo con su vehículo la barrera de acceso. “El contingente de guardia abrió fuego contra el conductor y el coche con su carga explosiva estalló tras empotrarse contra un camión”, explicó Kuznetsov. Según sus informaciones, “si el automóvil hubiera conseguido llegar hasta las tiendas de campaña en donde dormían los soldados el número de víctimas hubiese sido mucho mayor”.

El portavoz de Defensa dijo también que la deflagración tuvo una potencia equivalente a 100 kilogramos de trilita y que en el suelo se formó un cráter de más de tres metros de diámetro. La unidad había llegado al campamento con la intención de efectuar prácticas de tiro.

Pocos minutos más tarde y a pocos kilómetros de allí hizo explosión otra bomba en la carretera, al paso de los vehículos y ambulancias militares que acudían para socorrer a los heridos e investigar lo sucedido. Este segundo ataque no causó víctimas afortunadamente. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, dio esta mañana instrucciones para que se preste ayuda inmediata, material y psicológica, a los familiares de los muertos y heridos en el atentado.

En las repúblicas norcaucásicas rusas de Daguestán e Ingushetia, vecinas de Chechenia, operan numerosos grupos islamistas que atacan con frecuencia a militares y policías.

Larga lista de atentados

Ataques similares han tenido ya lugar en diferentes puntos del conflictivo Cáucaso Norte. El pasado mes de enero, otro activista islámico hizo saltar su vehículo por los aires dentro de un parque móvil de la Policía de tráfico en las afueras de Majachkalá, la capital daguestaní. Perecieron seis personas. Peor aún fue el atentado, también con coche bomba, perpetrado en agosto del año pasado contra otro cuartel de la Policía en Nazrán, la capital de Ingushetia, también vecina de Chechenia. El balance de muertos se elevó a 25.

Medvédev puso fin al régimen especial antiterrorista en Chechenia en abril de 2009 por considerar “normalizada” la situación. Desde entonces las cosas no han hecho más que empeorar. Los rebeldes chechenos anunciaron una campaña de atentados por todo el país y lo cierto es que no han cesado, sobre todo en Daguestán e Ingushetia, pero también en la propia Chechenia, en otras repúblicas norcaucásicas, en la vecina región rusa de Stávropol e incluso en Moscú y en la vía férrea que une la capital con San Petersburgo.

Dos “viudas negras”, jóvenes suicidas que vengan a sus maridos alistados por la insurgencia y eliminados en batidas del Ejército o la Policía, provocaron con las cargas sujetas a sus cinturas 40 muertos en el metro moscovita el pasado 29 de marzo.