Inspección en barco de los molinos de viento de Dong Energy en el Mar del Norte
Inspección en barco de los molinos de viento de Dong Energy en el Mar del Norte - LA VOZ
INDUSTRIA

Regresa la carga de trabajo a Dragados con un contrato eólico

La planta de Puerto Real construirá para la danesa Dong Energy cuatro plataformas que se ubicarán en el complejo marino ‘Hornsea 1’, en Reino Unido

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La carga de trabajo regresa a la factoría gaditana de Dragados Offshotre después de medio año de ausencia. La compañía firmó el pasado 19 de mayo un contrato con la danesa Dong Energy para sacar adelante la construcción de cuatro plataformas de 10.000 toneladas. Las estructuras se ubicarán en el nuevo complejo eólico-marino que se desarrolla en el Mar del Norte, a unos 120 kilómetros al este de Humber, en Reino Unido. Las ‘jackets’ que fabricará Dragados Offshore servirán para albergar las subestaciones eléctricas y los centros de transformación que necesita el parque para su funcionamiento.

El nuevo complejo eólico ha sido bautizado con el nombre de ‘Hornsea 1’ y generará 1,2 gigavatios. Esta capacidad asegura el suministro de energía a más de un millón de hogares.

El mayor del mundo

La factoría de Puerto Real ha logrado un pellizco muy importante de la infraestructura necesaria para la puesta en servicio de este parque marino en aguas inglesas. Los ingenieros prevén su inauguración en 2020 y a partir de ese instante se convertirá en el mayor complejo eólico-marino del mundo. El primer puesto del ‘ranking’ lo ocupa en estos momentos el ‘London Array’, propiedad también de la danesa Dong Energy. Se ubica en el Mar del Norte, junto al estuario del Támesis. Se puso en marcha en 2012.

La magnitud del nuevo complejo de Dong Energy se mide por sus datos técnicos. Así, el parque se extiende por un área de 407 kilómetros cuadrados, cuatro veces la ciudad de Barcelona, y contará con 174 turbinas eólicas de siete megavatios (MW). Cada una de ellas medirá 190 metros de altura y serán fabricadas por Siemens.

La profundidad en la zona oscila entre 22 y 73 metros, escasa para la distancia que hay hasta la costa, lo que favorece la instalación de este tipo de estructuras gigantes. De hecho, los principales parques eólicos del mundo se encuentran en el Mar del Norte, en aguas jurisdiccionales de Gran Bretaña, Países Bajos, Alemania, Dinamarca y Bélgica.

El inicio de la obra es inminente; el plazo de ejecución es de dos años y la inauguración se prevé para 2020

La planta de Puerto Real se encargará de la fabricación completa de las cuatro ‘jackets’. Según ha podido saber LA VOZ, tres serán plataformas de subestación eléctrica para la conversión en alta tensión y una cuarta para limitar las pérdidas de transmisión. En total, las cuatro estructuras con sus pilotes tendrán un peso aproximado de 10.000 toneladas. El compromiso de la empresa española es entregarlas a principios de 2018. El procedimiento de salida de la factoría puertorrealeña será idéntico al empleado en otras ocasiones, es decir, las cuatro estructuras partirán hacia su destino en barcazas.

Competidores de Navantia

La dirección de Dragados Offshore considera este contrato como un hito relevante, ya que ha permitido a la compañía española la entrada por la puerta grande en el negocio eólico. La Bahía de Cádiz cuenta ahora con dos gigantes vinculados a la construcción offshore. Por un lado, Dragados y, por otro, Navantia, que diversificó su producción en 2013 hacia el sector eólico.

Los astilleros públicos españoles tuvieron en junio de 2014 el primer reconocimiento a este nuevo empeño industrial. Fue de la mano de Iberdrola, que le adjudicó a Navantia parte de la infraestructura necesaria para el parque eólico-marino que desarrolla en el Mar Báltico, frente a la costa alemana. Precisamente, el astillero de Puerto Real culmina ahora la construcción de la plataforma que albergará la subestación eléctrica del parque, mientras que la factoría gallega de Fene se encarga de la construcción de 29 cimentaciones, donde se asentarán los molinos de viento. El parque de Iberdrola se ha sido bautizado con el nombre de ‘Wikinger’ y su inauguración está prevista para finales de 2017.

Dragados afronta también la ejecución de una ‘jacket’ para el complejo petrolífero de Sverdrup, en el Mar del Norte

Pero no es el único. El trabajo de Navantia abre la puerta a nuevos encargos. Así, Iberdrola desarrolla un nuevo complejo eólico marino en aguas inglesas del Mar del Norte. Se trata del ‘East Anglia One’, cuya inauguración se prevé para mediados de 2019. Todo apunta a que Iberdrola sacará el próximo septiembre un concurso para adjudicar parte de la infraestructura necesaria y Navantia, desde luego, está muy bien posicionada. Dragados Offshore compite con Navantia en este negocio emergente donde alemanes, nórdicos e ingleses han abierto sus aguas a la conquista eólica.

El nuevo contrato de Dragados Offshore con Dong Energy generará más de 600.000 horas directas de trabajo en la Bahía de Cádiz, lo que garantiza carga para la plantilla actual y permite la subcontratación de faena en la industria auxiliar.

El gobierno británico concedió el permiso para la construcción de ‘Hornsea 1’ en 2014 y el pasado 3 de febrero la empresa propietaria, Dong Energy, confirmó la decisión definitiva de inversión para la fase final del proyecto.

La firma del contrato con Dong Energy supone para la planta gaditana un balón de oxígeno que permite llenar de nuevo sus talleres en el Bajo de La Cabezuela. Desde la terminación de la plataforma petrolífera ‘Mariner’ el pasado verano, la factoría puertorrealeña ha sobrevivido gracias al desvío de carga de trabajo procedente de sus instalaciones en México.

De hecho, la planta ha aguantado el tirón con el desvío de carga de trabajo de algunas secciones de la plataforma ‘Litoral A2’. Se trata de una estructura que Dragados Offshore ha desarrollado en el puerto mexicano de Tampico para la petrolera Pemex. La citada estructura forma parte de un hotel-flotante de 220 camas que utilizará la petrolera para albergar en alta mar a los operarios que trabajan en las grandes construcciones marinas. Sin embargo, este contrato acabó el pasado diciembre. Desde entonces, la plantilla se ha dedicado a tareas de mantenimiento.

Statoil mantiene el acuerdo

Solo faltaba esperar a la firma de algunos contratos para regresar a la actividad. Dragados Offshore firmó a finales de 2015 un nuevo contrato con la noruega Statoil para la construcción en Puerto Real de una ‘jacket’ de casi 8.000 toneladas que se ubicará en el complejo petrolífero Johan Sverdrup, en el Mar del Norte. Sin embargo, el arranque de esta obra no se espera hasta el verano.

El campo petrolero de Johan Sverdrup, donde se ubicará esta ‘jacket’, es un yacimiento situado en el Mar del Norte, a unos 140 kilómetros al oeste de Stavanger, Noruega. Las compañías Lundin Petroleum y Statoil tienen la licencia para su explotación.

Fuentes sindicales consultadas por LA VOZ descartaron a primeros de año la posibilidad de aplicar un expediente de regulación temporal del empleo (ERTE) entre los 250 operarios que integran la plantilla de Dragados.

Una década a toda máquina

Dragados y Statoil han logrado entablar una excelente relación comercial, avalada sobre todo por la construcción de la plataforma ‘Mariner’. Este contrato se firmó a finales de 2012 y ha servido para situar a Dragados Offshore como referente mundial en el desarrollo y cumplimiento de los plazos de este tipo de proyectos. Este acuerdo fue un revulsivo para el mercado laboral de la provincia al contar con picos de producción que necesitaron más de un millar de trabajadores en el tajo.

Parados del sector del metal llegaron incluso a formar cola de madrugada ante las puertas de la factoría en demanda de un puesto de trabajo. La planta de Puerto Real lleva desde 2009 encadenando contratos de manera continuada y ha sobrevivido desde 2013 hasta ahora gracias a los acuerdos alcanzados con Total Austral y Statoil. No obstante, Dragados Offshore sigue cosechando éxitos fuera de las fronteras gaditanas. El pasado 19 de febrero firmó un acuerdo con la petrolera Shell para la construcción en sus instalaciones mexicanas de Tampico de módulos para las plantas auxiliares que la petrolera tiene Pueblo Viejo, Veracruz y Altamira.

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