Los chiringuitos más destacados para disfrutar frente al mar

La Manuela, Chipiona

Mucho han cambiado los chiringuitos desde que en 1882 abriera en la playa malagueña de El Palo el merendero Gran Parada, el antecedente de un modelo de establecimiento que aún estaba por acuñar en España. Con la palabra ‘chiringuito’ en el diccionario, el primero que hubo fue en 1913 en Sitges. Era un bar de playa llamado Chiringuito, en homenaje al modo de tomar café de los trabajadores cubanos de la caña de azúcar, quienes lo infusionaban en el interior de una media y salía filtrado mediante un chorro o chiringo.

En un siglo los antiguos merenderos en la playa se han transformado en paraísos frente al mar. Cada uno dentro de su estilo, comparten cada vez más el mimo por la estética, una oferta gastronómica de calidad y, sobre todo, buen rollo. En la costa de Cádiz hay tantos como experiencias por descubrir. Este es un recorrido por algunos que no te debes perder, o perderte en ellos. Modo ‘flow’ activado. Nos vamos de chiringuitos.

La Manuela, Chipiona

Su decoración es de fusión mediterránea-marroquí. Si Chaouen tuviera playa sus chiringuitos se parecerían a este.

Su ambiente es playero y desenfadado. Puedes comer en la terraza o dentro, ambas opciones frente al mar. Para la sobremesa se aconseja descansar tomando una copa en algunas de las jaimas del chiringuito o en las balinesas que tiene fuera, frente al mar.

Sirven comidas y cenas. Una de sus especialidades es el arroz prohibido, un arroz japonés negro que debe su nombre a que se cultivaba en un valle, había muy poca producción y ésta era reservada para el emperador y la clase noble y, por tanto, prohibida para el resto.

También hay que probar el tartar y el sashimi de atún rojo.

Para refrescarte, tienen mojitos de frutas y el cóctel ‘Black Manuela’, marca de la casa. Hay conciertos los viernes por la noche y los sábado a mediodía.

Para alojamiento disponen de tres apartamentos (ambiente árabe, ibicenco y playero) junto al chiringuito.

El ajedrez, Chipiona

Decoración sublime y vegetación frondosa. Exótica y fluida mezcla de Asia y África frente al mar.

Esculturas y mobiliario de madera tropical. Utilizan elementos naturales como maderas y fibras. Las sillas de exterior son de colores y manufactura italiana. Una red de conchas marinas repartidas por todo el chiringuito esconde una acogedora iluminación nocturna.

Tiene una zona de comedor al aire libre frente al mar con estudiadas zonas de sombra y salas de interior en altura con terraza descubierta frente al mar.

Ambiente agradable y relajado. Ningún ruido distrae del relax. Sirven almuerzos y cenas. Hay que reservar.

El exotismo (y la simpatía) se encuentra también en el personal que trabaja en El Ajedrez: Senegal, Laos, Brasil, Camerún, Costa de Marfil, Venezuela, Marruecos, Tailandia, Italia, Rumanía, Cuba y España los vio nacer.

La cocina es como la decoración. Las nueve nacionalidades que trabajan en los fogones fusionan el sabor auténtico de Tailandia y el Mediterráneo.

Es obligado pedir los Summer rolls, el Ñam Pla y algún pescado de roca a la sal. Para beber, desde el tradicional mojito a la especialidad de la casa, el Tom Collins.

Tienen conciertos de música durante el verano. Como curiosidad, desde hace 34 años ponen un aria de ópera durante la puesta de sol.

Nahu Beach, Cádiz

El más concurrido de la capital. Bonito y cada año innovan en carta y decoración. Tiene una estética mediterránea con interesante punto ibicenco y surfero. Ofrecen muchos servicios gratuitos a la clientela (desde cargador de móvil, protección solar hasta gafas para leer) y estos detalles marca la diferencia.

Tienen una carta amplia de cocina mediterránea y andaluza con algunos platos de corte asiático.

La ensalada Nahu Beach es emblemática y un pecado no pedirla. Trabajan muy bien los pescados de la zona, sobre todo el atún. Las verduras tan frescas como el pescado. Se puede comer en el restaurante o en la zona de hamacas. Recomendable ir a cenar y reservar.

Para las familias jóvenes con hijos, tienen actividades para los pequeños y buenos mojitos y café para que los mayores se lo tomen en la zona chill out.

Tienen muchas actividades de ocio durante el verano y siempre está ambientado.

Mojama Beach, La Barrosa

Decoración mediterránea traída a la playa. Tiene una imagen muy integrada en el entorno natural.

Cuidan mucho el servicio al cliente, la calidad de los productos y el diseño y cuidado de los espacios.

Está en la segunda pista de La Barrosa, con lo cual no hay aglomeración de gente.

La cocina viene definida por la zona. Juegan mucho con el atún. Si es tu primera vez, no dudes en pedir el Trío de Atún (tartar, tataki y ventresca a la plancha). Tienen mojitos de tantos sabores como frutas naturales pero la especialidad del local es el Jagerbeach, una granizada de limón con jagermaster. Rico, rico.

Funcionan bajo reserva y su filosofía es ser chiringuito de día y restaurante de noche. El servicio es bueno, cercano y defienden el puntito canalla. Tienen actuaciones musicales en la puesta de sol.

El dorado,El Palmar

Muy, muy bonito y a cinco pasos de una de las playas más codiciadas de la provincia. La decoración mezcla el sabor de las antiguas colonias españolas en América con Asia. Y les sale bien. La madera natural y los colores vivos de las sillas, sofás, puf y cojines son los reyes del lugar e irradian buena energía. Ambiente muy acogedor, ideal para ir también en familia porque tiene una pequeña zona infantil perfectamente integrada en la estética del chiringuito.

Tiene diferentes ambientes, al aire libre, más chill out, de salón, de sofá y cojines, de cabaña de madera, de balinesa, pero todo muy armónico.

Música variada, desde clásicos españoles hasta ritmos latinos y músicas del mundo.

Si vas a comer no te olvides de probar el Naam- Tok Atún (atún a la plancha con ensalada y mahonesa de jengibre y wasabi). Si te pides una copa y quieres cambiar el mojito por otra cosa, atrévete con el azul del Isla Margarita.

Hay actuaciones de música todos los días. Elige la tuya.

Explora Tarifa, Tarifa

El espíritu de Tarifa hecho chiringuito. Frente a la playa de Valdevaqueros, este año ha abierto bajo nueva dirección y recuperando la esencia mítica de Tarifa. Y lo han conseguido.

Cuando entras en el chiringuito, Bali y Tarifa se dan la mano. Y tú, inmediatamente, te relajas. Es de los pocos chiringuitos de Cádiz que tiene camas balinesas made in, que siempre es un plus para relajarte de día o de noche.

La arena en Explora es césped natural y el viento de levante no molesta. Otro plus.

Tiene diferentes espacios realmente agradables para relajarte, comer, cenar o tomarte una copa (balinesas, mesas bajas con puf, bancos portugueses, etc).

Su oferta gastronómica es muy atractiva: buenas carnes de parrilla argentina y dos food truck de comida vegana y cocina fusión andaluza-asiática que sorprenden.

Dan muy buen servicio. Cercano y atento. De copita, tienes gran variedad, pero el mojito clásico de toda la vida aquí está para repetir. Tienen actuaciones en directo, actividades para niños e incluso un club de kite.

Recomendación: explóralo tú mismo.

Carbones 13, Tarifa

La empresaria y actriz Raquel Meroño acaba de abrir en la playa de Los Lances uno de los chiringuitos más cucos de Tarifa.

Estilazo en el interior, en la terraza y hasta en la zona de hamacas. La decoración está cuidada al detalle. Fluye y es natural, encaja perfectamente con la playa y con el objetivo: un lugar relajado donde estar a gusto. Apuesta por la iluminación nocturna como acompañamiento a una cena tranquila.

La cocina no cierra y no hace falta reservar con antelación, tanto para comidas como cenas. Recomendable el tartar de atún, el ceviche, pulpo a la brasa y los arroces. La coctelería es muy surtida y el gin tonic lo preparan de categoría.

El ambiente es variado, hay mucho extranjero y ya se han dejado ver varias caras guapas como Bibiana Fernández, Cayetana Guillén Cuervo y Óscar Higares.

Intenta no perderte la puesta de sol. Un dj pincha todos los días a esa hora y es mágico.