EE. UU. abate a 50 rebeldes al repeler un atentado en Irak

Las Fuerzas estadounidenses rechazaron ayer un ataque coordinado de insurgentes a la oficina del gobernador provincial en Ramadi, ciudad ubicada al oeste de la capital, utilizando bombas guiadas por láser, cohetes antitanques y ametralladoras para contraatacar. Fuentes militares indicaron que en la operación podrían haber perdido la vida unos 50 insurgentes.

«Intentaban realizar un ataque contra el centro del Gobierno con la esperanza de invadirlo, pero nosotros teníamos demasiado poder de combate», declaró el capitán de la infantería Andrew Del Gaudio. «Ellos cayeron, los atacamos desde el aire y los eliminamos», añadió.

Pero lo cierto es que los militares no requisaron el área para determinar la cantidad exacta de muertos, aunque Del Gaudio estimó que podrían haber fallecido cerca de cincuenta personas. Ningún militar estadounidense resultó herido.

Los terroristas comenzaron el ataque contra la oficina del gobernador desde varios frentes. En los combates, los insurgentes tomaron posiciones en varios edificios destruidos y en una mezquita del área, y dispararon media docena de lanzagranadas a puestos de observación norteamericanos ubicados en la zona gubernamental.