TRIBUNALES

A juicio acusado de robar al enfermo mental que cuidaba en El Puerto

Según la Fiscalía, que pide para él seis años de prisión, convenció al discapacitado para que le firmase poderes notariales a su favor

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La Audiencia Provincial de Cádiz juzga este próximo martes y miércoles a un cuidador de un enfermo mental de El Puerto que le estafó apropiándose de sus propiedades tras el fallecimiento de su padre. El juicio, que en principio estaba previsto para el pasado mes de octubre, se celebrará esta semana tras ser aplazado. El fiscal pide para él una pena de seis años de cárcel por un delito de hurto y apropiación indebida.

Según consta en el escrito, desde 2009 el acusado C. M. comenzó a ejercer las funciones de cuidador de Rafael F., de 49 años que sufría una deficiencia mental con parálisis cerebral del 59% (edad mental equivalente a un niño de 8 años). Esta situación se agrava cuando el padre de Rafael fallece y el ahora acusado tenía «plena disposición» de las llaves.

Así, aprovechándose supuestamente de esta situación, comenzó a hurtar algunas pertenencias como una cubertería de 15 piezas, dos cadenas de oro, una medalla de oro y una cruz, que vendió y obtuvo 940 euros por ello.

«Aprovechando la deficiencia mental» de Rafael, C. M. logró convencerlo para que acudiera con él a un notario de la localidad. Como indica el escrito de calificación fiscal, el objetivo era que «le otorgase escritura pública que le confería pleno poder de disposición sobre todos sus bienes y patrimonio», cuando «debido a la discapacidad que padece, no sabe ni leer ni escribir y no entiende un acto jurídico de esta naturaleza».

El acusado continuó con sus intentos de engaño. Así, «con el fin de asegurarse de que el patrimonio íntegro del perjudicado se integraría perfectamente en el suyo», acudió a una segunda notaria. Allí, consiguió que se le nombrara heredero universal de todos sus bienes una vez que falleciera sin que este notario «emplease toda la diligencia debida en la verificación de la capacidad legal para emitir consentimiento de Rafael F. en los términos que le exige el reglamento».

Así, acudió nuevamente con el perjudicado a la primera notaria para formalizar una escritura pública de compraventa de una finca, sita en el Pago de Valdehazares de la localidad. En este caso, el notario se negó a dársela «hasta que no se personase en la notaria un facultativo que acreditase la capacidad legal de Rafael». Al parecer desde el colectivo Afanas donde se trata al afectado, se insistió que se tuviera en cuenta su discapacidad.

Pero ante esta imposibilidad, lejos de aminorarse, el acusado según las conclusiones previas, volvió a la segunda notaria donde sí consiguió su objetivo, a pesar de que el director gerente le avisó de que se iban a iniciar los trámites de incapacitación para Rafael debido a la patología que sufría desde su nacimiento. La Fiscalía solicita una pena de 12 meses de multa con una cuota diaria de 12 euros para esta notaría portuense, acusándole de un delito de falsedad documental.

En marzo de 2010 fue la entidad Afanas la que solicita a Fiscalía que inicie los trámites de incapacitación del afectado, dictándose sentencia en 2011 por el Juzgado número 3 de El Puerto en la que se acuerda la incapacidad total. Pero una vez llevadas a cabo estas actuaciones, el acusado, continuó con su idea de quitar todo su patrimonio al perjudicado y abrió incluso una cuenta en la que él se encontraba como autorizado, abonándose en ella 30.600 euros que la víctima había cobrado del seguro de vida de su padre fallecido. Más extracciones por valor de 16.395 euros, con las que llegó a pagarse varias estancias en un hotel en Sevilla y comprarse un coche. Días más tarde, el cuidador ingresó en la misma cuenta 90.500 euros por la venta de la finca.

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