El Hotel Playa Victoria apuesta por los productos gaditanos en su carta

Puede que muchos no conozcan el restaurante Isla de León, pero seguro que saben a qué nos referimos si decimos que se trata de la zona de restauración del Hotel Playa Palafox de Cádiz, uno de los establecimientos con mejor ubicación de la ciudad. Tras haber sido la sede de múltiples jornadas gastronómicas, la cadena hotelera continúa apostando por una oferta de calidad en su cocina, encabezada por el chef Javier Bocanegra.

Este martes tuvo lugar la presentación de su nuevo director de restauración, Óscar Álvarez, incorporado hace unos meses a la cadena, al mismo tiempo que se ofrecía una degustación de su nueva carta. En ella se recogen recetas tradicionales y productos de la provincia de Cádiz, para deleite de visitantes y de cualquiera que se acerque a su comedor en la plaza Ingeniero La Cierva.

En la cita, Álvarez estuvo acompañado por Antonio Presencio, director general del grupo Palafox Hoteles, así como de Antonia Gallán y Mari Carmen Villegas, directora y adjunta a dirección, respectivamente, del Hotel Playa Victoria.

En Isla de León continúan ofreciendo la posibilidad de configurar dos tipos diferentes de menús dentro de su carta abierta. Uno de ellos, llamado Poniente, que incluye entrante, plato principal, postre y bebida por 26 euros; y el menú Levante, más extenso, en el que por 38 euros, sirven dos entrantes, pescado, carne, postre, y la bodega también incluida. Éste último fue el menú ofrecido a los asistentes a la presentación, con la compañía de los vinos de las Bodegas Pérez, representados en esta ocasión por su enóloga, Fátima Pérez.

El almuerzo comenzó con un plato típico de Rota, el arranque roteño, que se elabora con tomate, pan, cebolla, pimientos, ajos y aceite de oliva. Una fórmula muy utilizada en la gastronomía andaluza, que a veces se confunde con el salmorejo. En esta ocasión, Bocanegra lo acompañó de mojama de Barbate y crudités y se maridó con manzanilla Alegría de Williams & Humbert. Como segundo entrante, más productos de la huerta, pimientos asados a la leña, texturas de bacalao y buey de mar, sobre una lámina de hojaldre que formaban un conjunto muy ligero y agradable al paladar. Como pescado, el famoso atún rojo, y una ensalada de algas crujientes, con crema de ortiguillas y un toque de mostaza. Un buen ejemplo del punto al que debe servirse este pescado. Le siguió una cola de toro, que es otro producto representativo de Cádiz, cocinada con vino tinto de Arcos, perfume de albahaca. Samaruco, Garum y Tintilla, fueron los vinos, todos tintos, que regaron los platos principales, con mucho acierto, y adecuándose a la intensidad de cada receta.

Un original postre que reúne mucha de la tradición repostera de la tierra, marcada el final de la comida. Lo llaman pastel Al Ándalus de pestiños. Su base recuerda al sabor de este dulce típico de Navidad, al estar también elaborado con matalahúga, pero es mucho más cercano a la torta de aceite o de pellizco. Sin duda, una gran fórmula para introducir esta sencilla y exquisita receta en las cartas de restaurantes que quieren difundir el patrimonio gastronómico que tiene origen en los pueblos gaditanos.

En la nueva carta hay muchos otros platos que mezclan tradición e innovación, con productos locales. Por ejemplo, la presa ibérica con setas shitake, la parrillada de verduras de temporada con chicharrones de atún, o el pescado frito y pescados de esteros a la sal. Esta nueva apuesta en su cocina se mezcla con las vistas de su comedor, que acercan al visitante a Cádiz, a su historia y su forma de vida, pero también hacen que el gaditano se reencuentre con sus raíces y los platos que construyen su gastronomía.