Una cafetería que sufre la desgracia de la «fama digital»

Cádiz es lugar en el que abundan los apellidos italianos por tradición portuaria y comercial desde los siglos XVII y XVIII. Entre ellos, Grimaldi es uno de los más comunes.

Es previsible que haya más de un local, más de un negocio familiar, con ese nombre. En estos días es una desgracia llamarse así en el caso de ser un establecimiento de hostelería. Le sucede a la cafetería Grimaldi, en la avenida de Las Cortes número 2, frente a El Corte Inglés.

Es un negocio familiar regentado con éxito por dos hermanos, especializado en desayunos, aperitivos y meriendas, bien equipado para ver fútbol y hasta con biblioteca o exposiciones temporales. De higiene ejemplar y ubicación estratégica, es muy frecuentado por los vecinos de la zona.

Sin embargo, tiene la desgracia de llamarse Grimaldi, como el bar colindante al Arco de Garaicoechea, junto al Mercado Central, que las autoridades consideran foco de una masiva infección por salmonella durante el pasado sábado. Esa intoxicación podría estar relacionada, incluso, con el fallecimiento de un joven isleño de 26 años.

Los propietarios del Grimaldi sin mancha, de la cafetería con prestigio y parroquia de Extramuros, publicaron el pasado martes un texto en redes sociales. Simplemente, recordaban la obviedad de que su local y el precintado no son el mismo, no tienen relación ni pertenecen a una misma propiedad.

Recordaban que la cafetería no ha tenido nunca ningún problema, que supera constantemente todas las inspecciones sanitarias. Eso sí, lamentan que su nombre quede ligado durante años a este episodio, sobre todo, en internet. La «fama digital» no tiene matices. Para comprobar el infortunio, prueben a introducir en un buscador de la red «Grimaldi y Cádiz».