«Era como una casa de los horrores de animales»

Hasta cuarenta denuncias llegaron a poner los agentes del Seprona ante el juzgado de Chiclana para poder poner fin a lo que ocurría en aquella finca. Para registrar esa «casa de los horrores de animales», en ese submundo donde han rescatado al medio centenar de perros que vivía en unas condiciones «indescriptibles». Sin agua, estaban deshidratados, sin comida, desnutridos y famélicos, y sin limpieza, viviendo encima de sus propios excrementos.

Todos los guardias civiles que intervinieron, acostumbrados a enfrentarse a este tipo de escenas aterradoras, no vieron rebajado por ello su estupor ante tal esperpento. «Cuando al fin entramos nos encontramos con más animales de los que esperábamos.Estaban por todas partes». Encerrados, hacinados en jaulas, enfermos, o tambaleándose cadavéricos por la parcela...

En total, 42 perros, tres gatos, un caballo, un pony y un asno que malvivían en esa casa como podían y el resto les dejaba.

Dentro de la finca había hasta cinco perreras. Al parecer, J.R.P., de unos 40 años, las había instalado para guardar allí a los canes que cogía de la calle y también a los que les dejaban en su casa algunos conocidos para que los ‘cuidara’. Según las investigaciones, el propietario había empezado a acogerlos desde hacía años. Al menos desde 2014, cuando los agentes empezaron a investigar y les llevó a insistir y presentar en el juzgado hasta cuarenta denuncias administrativas contra él. Además, la vida se hizo insoportable para sus vecinos. Los ladridos eran constantes y el hedor insoportable.

Un saco de pan duro mohoso

Apercibieron en más de una ocasión al propietario pero éste, lejos de poner remedio, poco a poco fue disminuyendo su atención hacia los animales. Hasta que en las últimas semanas se sospecha que los abandonó por completo. La prueba la tuvieron ante sí los agentes cuando, tras lograr por fin el permiso judicial para el registro, entraron y los vieron sin agua, sin comida. Tan solo había un saco de pan duro lleno de moho como único sustento. Además muchos presentaban graves infecciones y también heridas de haberse atacado entre ellos.

Así, los guardia civiles, con el apoyo de la Policía Local de Chiclana, empezaron a sacarlos uno a uno. Tardaron cuatro horas y para que no mostraran resistencia o se pusieran demasiado agresivos se ayudaron de cubos de agua para convencerlos y llevarlos lejos de aquella casa infernal. Los vecinos y algunos miembros de protectoras que se concentraron en la puerta colaboraron buscando agua para aliviar la grave deshidratación que padecían.

Tras la intervención realizada en presencia de la letrada de la administración de justicia y de la veterinaria municipal, los animales han sido repartidos en protectoras autorizadas. El propietario de la finca está siendo investigado por un delito de maltrato animal.