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El peso de la impronta gaditana

El compositor Manuel Alejandro, las Carreras de Caballos de Sanlúcar, la Zona Franca y el jurista José Pedro Pérez-Llorca son los galardonados

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La iniciativa empresarial, el deporte con arraigo, el genio musical, el afán emprendedor y la ejemplaridad se dan la mano para trazar puentes desde una misma provincia. Poco prólogo necesitan los premiados de LA VOZ de esta décima edición, poseedores de esa vocación internacional que lleva Cádiz impresa en la genética. De tal naturaleza son las dos personas y las dos entidades a las que LA VOZ dedica este año su reconocimiento: Manuel Alejandro, premio a las Artes; José Pedro Pérez-Llorca, a la Sociedad; la Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar, Deporte, y Zona Franca, Empresa.

Títulos inolvidables a los que pusieran voz Raphael, Rocío Jurado o Julio Iglesias nacieron de las teclas del compositor Manuel Alejandro (1933), jerezano de nacimiento, que ha pasado por todos los estadios de la música, desde la composición al canto y de los arreglos a la producción musical. Sus canciones han marcado la vida de distintas generaciones con un talento incansable. Con ese mismo empeño Rafael Hidalgo, presidente de la Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar, hace posible que cada año se repita una de las imágenes más bonitas de la playa. Se trata de una de las pruebas hípicas más veteranas de España, que es ya un referente internacional. LA VOZ ha querido premiar este año a la entidad que las organiza y que logra mantener la calidad y el prestigio con una mayor proyección en cada edición.

Incombustible y con una clarísima vocación de servicio público, el jurista José Pedro Pérez-Llorca sigue dando lecciones de ejemplaridad. Este gaditano, tres veces ministro (Presidencia, Administración Territorial y de Asuntos Exteriores), nació en la capital en 1940 y es uno de los siete padres de la Constitución. Desde hace dos años, es el presidente del Patronato del Museo del Prado y es profesor de Derecho Constitucional en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense. Su relación con Cádiz es tan intensa que fue nombrado Hijo Predilecto de la provincia el año pasado.

El cuarto de los premios es el que se concede a la categoría de Empresa y este año ha recaído en la Zona Franca de Cádiz, insignia de la industria de la Bahía, que desde hace más de ochenta años ofrece oportunidades a las empresas que se instalan en su suelo. Un ambicioso proyecto de expansión y la esperadísima rehabilitación del recinto exterior de la capital dispara las expectativas en torno a esta institución, que está gestionada directamente por el Estado. Será su delegado, Jorge Ramos, quien recoja el galardón este jueves en la ceremonia que se celebrará en los antiguos depósitos de Tabacalera, a los que la entrega de premios de LA VOZ volverá a dar vida por una noche.