El buen tiempo y el sol protagonistas del Jueves Santo en la Sierra

El mundo cofrade de Arcos y la ciudad en general volvieron a disfrutar ayer de una jornada de procesiones impresionante en la que el buen tiempo y el sol volvieron a ser los protagonistas. Desde primera hora de la tarde la Ciudad Monumental ya recuperó el olor a incienso y los cirios volvieron a pasear por sus calles.

A las seis de la tarde se abrieron las puertas de San Juan de Dios para que la Vera Cruz se plantara en la calle Corredera y diera inicio a un día tan especial. Junto a su Cristo, una talla de indudable belleza, también se ponían en escena los bellos pasos de San Juan Evangelista y la Virgen de las Angustias. Tras varios años con la lluvia como protagonista, la Hermandad realizó una sobria estación de penitencia paseando a sus imágenes por la zona centro y San Francisco, para adentrarse más tarde por el Casco Antiguo.

Cuando Vera Cruz no había hecho más que completar su salida, la otra hermandad del Jueves Santo de Arcos ya comenzaba a poner sus pies en la calle. A las siete de la tarde abrió sus puertas la Iglesia de San Pedro para poner en la calle a la Virgen de los Remedios y el Cristo del mismo nombre. La procesión del Silencio volvió a protagonizar una bella estación de penitencia por las calles de Arcos, sobre todo por las del Casco Antiguo.

Al cierre de esta edición Arcos se preparaba para recibir a su Cristo más venerado y admirado, el Nazareno. Hoy viernes llegará el turno de la procesión del Dulce Nombre de Jesús y el Santo Entierro y la Soledad que partirán desde San Francisco y San Pedro, respectivamente.