Emilio San Román | Hermano Mayor de Las Penas

«Venimos con ilusión, trabajaremos mirando al frente, no al pasado»

José Emilio San Román (Cádiz, 1974) se estrena esta Semana Santa como hermano mayor de Las Penas

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Capitanea una junta «joven y a la vez veterana». Eso, su voluntad y sus propias manos son las credenciales más valiosas para el arduo trabajo que les queda por delante. José Emilio San Román (Cádiz, 1974) se estrena esta Semana Santa como hermano mayor de Las Penas con un inicio complicado y un reto por delante: devolver el esplendor a la hermandad del Domingo de Ramos, sumida en una división interna y en importantes deudas. De momento, esta Semana Santa, debido a la crisis interna y al proceso de comisariado, la hermandad se quedará sin salir. Esto no es óbice para la nueva junta de gobierno, ni para San Román que ya trabaja con la mente puesta en la Semana Santa de 2015. San Román atiende las preguntas de LA VOZ en su primera entrevista, realizada días antes de su toma de posesión.

–¿Cómo afrontan esta nueva etapa que comienza en la hermandad?

–Con mucha ilusión y ganas de trabajar. A partir de ahí, la idea es examinar a fondo la hermandad, ver la situación real que hay y poner los parches necesarios. Eso sí, siempre mirando hacia el frente, nunca mirando hacia atrás.

–Vienen de una situación donde ha quedado patente que existe una división interna, ¿no es así?

-Yo no tengo división ni nada en contra de ningún hermano. En realidad ni he tenido margen para ello. Esa división que cuentan entre hermanos no es cierta. Nosotros presentamos nuestra candidatura y fue aceptada y la otra, rechazada. La rechazó directamente el Secretariado y yo ahí ni entro ni salgo.

–¿Pero sienten que tienen heridas que cerrar en ese aspecto?

–Para nada. Yo no tengo que cerrar ninguna herida.

–¿Ha tenido acceso ya a la situación económica real de la hermandad?

–No, solo lo que se comenta y nos cuentan. Pero realmente aún no tenemos constancia certera de la situación económica.

–En cualquier caso, no es un misterio que existe una situación económica grave, ¿no es así?

–Sí, pero también hay que dejar claro que, durante estos seis meses, la finalidad del comisariado no era gestionar económicamente la hermandad. Por tanto, durante estos meses no se han generado ingresos y, por tanto, los pagos que se tuvieran que realizar en este tiempo no se han podido afrontar.

–¿Saben cúal es el montante total de la deuda?

–No. En el cabildo informativo que realizó el comisariado se expuso cuánto era. En ese momento, se dieron datos globales de la deuda, incluyendo la hipoteca, y eso eran 90.000 euros.

–¿Impone un reto así?

– Sí, sin duda. Tenemos que afrontar estos seis meses atrás y generar recursos económicos para ir afrontando los pagos porque es indudable que tenemos que hacerlo ya que la deuda está a nombre de la hermandad.

–Este año no hay salida el Domingo de Ramos, pero ante esta delicada situación, ¿será posible la del año próximo?

–Creo que sí. Tenemos un año por delante y durante ese tiempo se van a poner todos los medios, tanto humanos como económicos, para que la salida se lleve a cabo.

–¿Cómo es el equipo que lo hará posible?

–Es gente muy joven, pero a la vez muy antigua en la hermandad. Hay cinco o seis personas que llevan más años de hermano que yo. Conocemos los entresijos de la hermandad porque hay personas que han formado parte de juntas de gobierno pasadas.

–¿Le ha costado trabajo formar equipo porque el reto es grande?

–Obviamente, pero en ningún momento me ha faltado gente. Me ha costado trabajo convencerles, pero yo sabía positivamente que tenía un grupo de 20 a 22 personas dispuestas. De ellas, hay quien va en mi lista yquien se ha quedado fuera, por lo que esos serán nuestros colaboradores.

–¿Cómo ha sido la relación y colaboración del director espiritual?

–Buenísima. M ha mostrado su apoyo al 100%. Hemos mantenido varias charlas en el proceso y siempre me ha mostrado su confianza, apoyo y ánimo.

–Además, de las cuestiones económicas, ¿qué más aspectos quieren trabajar en este mandato?

–Queremos revitalizar la casa de hermandad para que sea lugar de encuentro de los hermanos, ponernos al día de nuevas tecnología o revitalizar la bolsa de la Caridad para que vuelva a ser referente. Igualmente queremos trabajar en el apartado patrimonial, dejando claro que no va a salir ni un solo euro de las arcas de la hermandad. Intentaremos canalizar el interés de un posible grupo de hermanos que desee retomar el tallado del paso del Señor o del palio de la Virgen. Pero será siempre aparte. En cualquier caso, no nos podemos llamar a engaños, debemos ser realistas y tener los pies en el suelo.

–En la última salida se vio un bajo número de hermanos de fila, ¿trabajarán en este aspecto?

–Entiendo que vendrán por sí solos. Si están contentos con nuestro trabajo y apoyan nuestro proyecto de revitalización de la casa de hermandad, eso repercutirá en las filas de hermanos en la salida.

–La bolsa de la Caridad y la gala del mismo nombre eran un referente, ¿pretenden recuperarlas?

–La bolsa de la Caridad, sí. De hecho, estamos a la espera de que Banco de Alimentos nos dé los alimentos para retomar la lista de hermanos necesitados y empezar a repartir.

–¿Cómo valora el proceso de comisariado?

–Me consta que Encarnación Zampalo lo ha sufrido mucho. Pero me consta también que han puesto todo su empeño porque el proceso llegara a buen puerto. Ahora las piedras que se han encontrado en el camino... De eso ya no le puedo hablar.

–¿Como hermano llegó a temer por la desaparición de la hermandad?

–Sí, llegaban todo tipo de rumores, como que la Cruz de Guía se la iban a llevar embargada o que la hermandad se iba a postrar por cinco años porque no había nadie dispuesto a dar el paso.