Foto: Antonio Vázquez
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Los testigos de la acusación del 'caso Rilco' se alinean con la tesis de la defensa

Maite Mut, ex directora general de la Zona Franca de Cádiz, ha mantenido ante el tribunal que este portal de comercio electrónico se creó y pudo funcionar y no llegó a hacerlo por cuestiones ajenas al proyecto

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Tres testigos de la acusación, entre ellas la exdirectora de la Zona Franca de Cádiz Maite Mut, se han alineado con las tesis de las defensas del 'caso Rilco', y han mantenido ante el tribunal que este portal de comercio electrónico se creó y pudo funcionar y no llegó a hacerlo por cuestiones ajenas al proyecto.

Maite Mut, ex directora general de la Zona Franca de Cádiz , ha asegurado hoy ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz , que juzga si Rilco fue un proyecto orquestado para desviar dinero público, que el proyecto empezó a desvanecerse cuando José De Mier fue nombrado en 2004 por el PSOE delegado del Estado en la Zona Franca.

"Pareció llegar con la idea de que no existía y de que había que desmontarlo. No lo apoyó en ningún momento", ha afirmado Silvia Mut tras explicar que José de Mier, en cuya etapa de gestión se interpuso la querella que ha dado lugar a este proceso contra sus antecesores en el cargo, tenía una actitud de "desconfianza con todo el trabajo que se había hecho" antes de su llegada al cargo.

La ex directora general de la Zona Franca ha defendido que el antecesor de José de Mier, Miguel Osuna, para quien el fiscal pide ocho años de prisión, hizo una labor de "vigilancia" y "control" sobre los proyectos que, como Rilco, había puesto en marcha el anterior delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz , Manuel Rodríguez de Castro, para quien el fiscal pide diez años de cárcel.

"Puso correcciones a lo que no le parecía correcto", ha señalado, para explicar después que la Abogacía del Estado, asesora legal de la Zona Franca de Cádiz y ahora convertida en acusación del caso, nunca alertó a Miguel Osuna de que hubiera habido irregularidades en la adjudicación del contrato a MZF, en la subcontratación por parte de esta empresa estadounidense o en los pagos que se le hicieron.

Y eso que, según ha señalado, los representantes de la Abogacía del Estado iban a las reuniones del comité ejecutivo y del consejo de administración de Rilco y en el día a día, "cualquier cosa que pudiese plantear una duda se les consultaba".

También han declarado hoy en el juicio como testigos de las acusaciones Adolfo Borrero y Rafael Cabello, dos directivos de Telvent que desarrollaron la parte tecnológica de la red internacional de comercio que fue adjudicada a la empresa estadounidense Miami Free Zone.

Ambos han mantenido que Rilco "de haberse ejecutado" pudo haberse convertido en algo similar a lo que hoy es el portal de comercio electrónico chino "Alibaba", un gigante valorado en 60.000 millones de euros según los abogados, y han asegurado que el proyecto estaba "listo para su explotación".

"La falta de explotación no ha sido porque no funcionara" han subrayado los técnicos informáticos de Telvent que ayudaron a crear Rilco y que han asegurado también que "mereció la pena" el "esfuerzo" que invirtieron en este proyecto "tremendamente ambicioso" porque han podido rentabilizar mucho de lo que aprendieron, por ejemplo a la hora de desarrollar en España la tecnología para la firma electrónica.

Han explicado que la participación en el proyecto de MFZ tuvo sentido porque ellos eran expertos en informática pero no en comercio internacional, algo que hizo que la experiencia en este ámbito del matrimonio Germán y Camila Leyva, para los que se piden cinco años de cárcel, fuera "muy importante" para dotar de contenido al proyecto