«La música de Camarón y la de Duane Eddy están más cerca de lo que nos imaginábamos»

Los Coronas vuelven a Cádiz con su último disco 'Adiós Sancho'. El grupo madrileño actúa hoy en la Sala Supersonic para ofrecer un nuevo álbum que según ellos está «más alejado de etiquetas».

-Vuestro último trabajo es 'Adiós Sancho', ¿por qué habéis elegido ese nombre para el disco?

-Inicialmente se concibió como un homenaje a Sancho Gracia, a Romero Marchent, a la música de Antón García Abril, ahora también se lo dedicamos al otro Sancho, a Pepe, y también es una expresión natural del hartazgo que sufrimos a causa de la parte más bochornosa, indecente, mezquina, indigna, despreciable y ruin del presente y de la historia reciente de este país. Es nuestra manera de mandar por donde amargan los pepinos a los integrantes de ese putrefacto club llamado 'el estercolero celtibérico', ese garito donde por mucha mierda que entre parece que no van a colgar nunca el cartel de 'aforo completo'. Todo esto dicho con la esperanza y el convencimiento de que los acontecimientos actuales obligarán a que en un futuro próximo aparezcan personas que se rijan por unos valores más solidarios y marquen un nuevo rumbo.

-¿A qué suena 'Adiós Sancho'?

-En general es una mezcla de himnos regionales y rock & roll primitivo. Hay canciones de Los Coronas que pueden servir para bailar una sardana o un pasodoble, otras que tienen un aire discorumbero con un toque quinqui y otras que tienen que ver con el espíritu de los himnos regionales de NYC, es decir que suenan a canción clásica de los Ramones. En este disco hemos descubierto que la música de Camarón y la de Duane Eddy están más cerca de lo que nos imaginábamos, pero como no tenemos la destreza suficiente para tocar flamenco jugamos con algunas sonoridades y ciertos ritmos del flamenco e intentamos que las guitarras suenen con mucho 'twang', digamos que estamos aprovechando que Paco De Lucía y Duane Eddy no han grabado nunca un tema juntos, el día que lo hagan será increíble, pero se le acabará el negocio a todos los sucedáneos musicales del spaguetti western.

-¿En qué ha cambiado Los Coronas desde que surgió el grupo?

-En nuestros comienzos éramos muy puristas, estábamos muy condicionados por la ortodoxia musical del rock & roll instrumental: la pinta, los instrumentos, el sonido, el estilo, etc... Cuando empezamos a dominar los fundamentos básicos llegamos a la conclusión de que habíamos recibido mucho del género y nosotros no le habíamos aportado nada, así que nos centramos en la búsqueda de un sonido propio, algo que nos hiciera distinguibles y, por qué no, distinguidos dentro de esa escena. Al principio hacíamos las canciones con la cabeza y las corregíamos con el corazón, ahora lo hacemos al revés, las canciones las componemos con el corazón y las corregimos con la cabeza, hemos aprendido que se tarda menos en hacer un buen disco siguiendo este método.

-¿Cómo han ido las últimas giras internacionales?

Pues la que hemos hecho en Australia para nosotros ha sido como un festín a diario con una lista de menús de lo más variada, jugosa y llamativa. Mucho público, muy entregado a nuestra causa y muy bailarín. Nosotros pensábamos que por su cultura musical era lo natural en un país anglosajón, en definitiva era gente que sabe divertirse y disfrutar de un concierto de rock & roll, lo sorprendente es que nos decían que no, que el rock & roll lo tienen ya muy oído, que eso ya no les hace bailar tanto, que lo excitante era escucharnos a nosotros que éramos una banda de flamenco instrumental cojonuda. Así literal, yo qué sé la cantidad de saliva que habremos gastado intentando explicarle al público y a los medios de allí que el flamenco musicalmente no está a nuestro alcance, que es algo muy serio y muy difícil, y que hay que ser de una pasta especial para entenderlo, sentirlo y saber interpretarlo, que nosotros esencialmente somos una banda de rock & roll y que por supuesto nos gusta darle pinceladas de la rica cultura musical de nuestras raíces, que nuestra aspiración en realidad es ser como la banda de Elvis pero sin el cantante, casi nada, claro, los australianos nos decían que eso es como quitarle el arroz a un plato de arroz caldoso, totalmente de acuerdo, pero es que venimos de la tierra de los caldos más ricos del mundo. Como no les quedó muy claro todo ese rollo de las raíces hispanas volveremos en marzo del año que viene y se lo volveremos a explicar igual de mal, a ver si así podemos ir todos los años.

-¿Os sentís unos extraños dentro del panorama musical español?

-Con este disco hemos intentado sacar a Los Coronas del encorsetamiento de 'grupo de género' porque en España tiene mucho predicamento el concepto más 'artie' de la música y en poco tiempo la gente verá a un tío con chaqueta de cuero en un escenario como el que lleva un casco vikingo. Vamos a hacer lo humanamente posible por retrasar ese momento y disfrutar mientras tanto del público que valora a los grupos que integran la parte más artesanal de la escena musical.

-Volvéis a Cádiz, donde ya habéis actuado en otras ocasiones, ¿algún recuerdo especial?

-Hay un público muy exigente y entendido, de la provincia han salido músicos imponentes, así que hay que entregarse al máximo, como siempre, solo que como aquí sois especialmente socarrones hemos actualizado el anecdotario que dispara nuestro maestro de ceremonias entre canción y canción.