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Un gaditano viajará a Santiago en bici para dar gracias por la recuperación de su hijo

Cádiz Actualizado: Guardar
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La vida de Óscar Delgado cambió un viernes negro del pasado agosto. Una llamada desde el Puerta del Mar le alertaba del agravamiento de salud de su pequeño Marcos, un bebé de apenas una semana que se abría camino por la vida en una habitación del hospital gaditano. Le habían operado de un problema en el estómago detectado al nacer, el feliz cuarto día del mes. Aquella larga madrugada de miedo e incertidumbre, el joven padre, en busca de consuelo y esperanza, realizó una promesa. Si su hijo ganaba la batalla, él realizaría el Camino de Santiago desde Cádiz, subido en su bicicleta y con la única compañía de la imagen de un niño sano. Ahora, nueve meses después, a Óscar le toca cumplir de muy buena gana el compromiso.

A primera hora de la mañana de este sábado, el joven administrativo emprende su recorrido desde la Catedral de Cádiz. Le quedarán por delante doce días de pedaleo, reflexión y agradecimiento. Doce jornadas para salvar los casi 1.300 kilómetros que separan la capital gaditana de Santiago de Compostela, donde le esperarán Marcos y María, su mujer. Después de la tradicional ofrenda al Santo, el ciclista se dirigirá hacia el faro de Fisterra para quemar algunos recuerdos de la hospitalización de su hijo en centros de Cádiz y Madrid. Felizmente, esa etapa se cerró y Marcos inició una mucho más duradera y saludable. «Cuando te viene una cosa así encima te agarras a lo que sea. Yo soy creyente, pero no extremadamente religioso. Pero ante esta situación buscas algo que te ayude, rezas, suspiras, pides porque sientes que está en su mano», explica el papá ciclista. Óscar realizará el Camino por la Ruta de la Plata y pernoctará en los albergues habilitados al efecto.

Para paliar la soledad, el gaditano contará su experiencia a través del blog www.dospedalesyuncamino.blogspot.com, un diario que ya cuenta con algunas entradas sobre la preparación de la ruta y en el que Óscar está recogiendo los ánimos de un pelotón muy especial, sus amigos y familiares.

¿Repetir?

«Va a ser un camino duro, pero duro mentalmente. Temo que me den pájaras anímicas, que me sienta solo o que me canse de repetir siempre lo mismo.Solo pienso en pedalear y en recortar el tiempo que me falta para volver a ver a Marcos», sostiene Delgado, un aficionado a la bicicleta que no descarta, algún día, repetir la promesa acompañado de su hijo.

Hasta el 31 de mayo, fecha en la que prevé alcanzar su particular meta, el padre dice que no va a parar de dar gracias por el regalo de la vida. «Va a ser un tiempo para recapacitar, para agradecer a todos aquellos que se han portado tan bien con nosotros, para darme cuenta de que a veces nos empeñamos en cosas que no tienen interés, que lo verdaderamente importante es la salud». Hoy, Marcos, crece con normalidad. Su pequeño estómago tolera la comida de un niño de su edad y solo tiene que someterse a revisiones periódicas. Él ha cumplido. Es un bebé sano, risueño y ajeno a que su papá contrajo por su bienestar un duro compromiso. Mañana, Óscar empieza a superar una prueba por la que volvería a pasar miles de veces más.