elecciones 25-m

El sabor de la alegría inesperada convierte el alivio en abrazo y el retroceso en triunfo

Los socialistas celebran entre vítores los resultados electorales

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Ya se sabe el ruido que hace el alivio al desaparecer. Escapa en forma de gritos de alegría. Los socialistas gaditanos se veían, por primera vez en 30 años, apeados del poder en Andalucía. Cuando, al borde de las diez de la noche, el recuento parcial les hizo ver que lo conservarían, siquiera con la tutela estrecha de IU, los abrazos y los vítores convitieron la sede de San Antonio en una especie de parque infantil. Semanas de tensión desaparecían y la derrota inevitable quedaba evitada. Hasta bailes espontáneos se vieron entre los pocos militantes y cargos, con el eurodiputado Diego López Garrido como invitado, en los pasillos de la sede. Aunque el PSOE provincial pierde dos diputados, se queda con seis, aunque el PP avanza uno para irse a los siete, aunque IU dobla su representación, la sensación socialista es de supervivencia, de nueva oportunidad y de desastre evitado.

Las palabras del secretario general provincial, González Cabaña, y del número uno de la lista gaditana, Luis Pizarro, admitieron el respiro. Su comparecencia fue una mezcla de suspiro de alegría y ajuste de cuentas.

El secretario general provincial por unos meses, González Cabaña, admitió el alivio: «Hemos parado al PP, hemos remontado las aguas bravas que se nos venían. La gente ha expresado su voluntad de que no hubiera un gobierno de derechas en Andalucía. Gana la izquierda, pierde Arenas».

Sin el yugo de la pérdida de poder que había lastrado sus últimas intervenciones en noches electorales tétricas para sus intereses, se dicó a ajustar cuentas: «Arenas debe abandonar la guerra sucia, ha querido ganar de forma sucia. Lo mejor que podría hacer Arenas es marcharse y llevarse a Antonio Sanz de la mano. Los socialistas hemos sido calumniados, difamados, permanentemente insultados en estas semanas pero el pueblo andaluz es viejo y, por ello, sabio. No quiere a Arenas ni a Sanz, lo ha dicho una vez más».

Su sensación de desahogo era tal que recordó a «los socialistas que lo han pasado tan mal en estos días. ¿Si la derecha no ha ganado estas elecciones, cuándo lo va a hacer?».

Luis Pizarro, más comedido y breve, recordó que siempre ha defendido que en estas elecciones «había un clima distinto al del 20 de noviembre, y se ha demostrado. Si Arenas no había conseguido el respaldo de los andaluces en tres ocasiones ¿por qué iba a ser a la cuarta?». Al igual que Cabaña, tuvo el mayor agradecimiento para una militancia que se ha crecido «en la adversidad».

Era tanta que resistirla se celebró como la mayor victoria.