xerez cd

Moreno: «Me sentí utilizado por el presidente el día que vino a Montecastillo»

La verdad es que me pongo en la piel del aficionado y me preguntaría, ¿qué hemos hecho nosotros para merecer esto?», asegura el entrenador azulino

Jerez Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La guerra ha estallado en el Xerez Deportivo. Ambos bandos han salido de las trincheras y ya todos hablan sin tapujos. El primero en quitarse la venda de la boca fue Emilio Viqueria, y al gallego le ha seguido Vicente Moreno, que tampoco aguanta más las faltas de respeto que, entienden, están sufriendo. El técnico azulino se siente utilizado y engañado y por eso no ha querido guardar silencia más tiempo: «Yo no he querido alimentar esto porque a mí me preocupa es la imagen que estamos proyectando al exterior. Quizás cuando han llegado, lo primero que tenían que haber hecho es mirar la historia reciente del club y conocer un poco Jerez para no cometer los mismos errores. La verdad es que me pongo en la piel del aficionado y me preguntaría, ¿qué hemos hecho nosotros para merecer esto? Yo no quiero alimentar esto, pero llega un momento que se tiene que plantar. No lo he hecho hasta ahora, pero al final uno tiene que ser claro y decir las cosas como las sientes. Por eso cuento que hablé con él porque yo le llamé. El día que vino a Montecastillo me sentí utilizado con las declaraciones que realizó. Además, sin que yo preguntara, me dijo que estaban a muerte conmigo antes y después de que se firme el convenio. Pero yo soy el primero que dice que eso lo decidirán los resultados, porque no puede ser de otra manera. El miércoles me vuelve a repetir que incluso perdiendo cuatro partidos seguidos voy a continuar siendo el entrenador del Xerez, pero la realidad es que todos sabemos que eso no es así. Además, sería de inconsciente mantenerme en el puesto si pierdo cuatro o cinco partidos de forma consecutiva. Habría que buscar una solución. Yo sé cómo funciona esto, pero hay que ir con la verdad por delante. Lo que no puede ser es que justo después del partido del Sabadell me dijeran que estaban conmigo a muerte y unas horas después se pidiera mi cabeza en el club. Esto es un sinsentido, me da la sensación de que al final dirán que somos nosotros los que damos una mala imagen o faltamos al respeto al club o a la afición. A mí me gustaría dejar muy claro que son personas recién llegadas que en ningún momento son el club, ni mucho menos representan a la afición y en todo caso si Emilio y yo estamos teniendo una insensibilidad no está siendo ni con el club ni con el aficionado, sino en todo caso sería con él o con ellos. Quiero que se sepa cuál es la verdad para que cada uno juzgue».

Sobre su posible destitución

«Se han dedicado a filtrar desde el primer día que estoy más fuera que dentro. Evidentemente a mí me mantiene en mi puesto, primero el cariño que me tiene la gente, y en segundo lugar, la fuerza que tanto Emilio como los administradores han hecho para que yo siga entrenando al equipo. Si a eso se le suma que tuvimos la suerte, o mala suerte para algunos, de ganar el día del Hércules, eso es un poco lo que me ha mantenido hasta ahora. Está claro que nosotros tampoco hemos ayudado mucho porque no hemos logrado ganar dos partidos seguidos. Yo también entiendo en el negocio que estoy y sé que un entrenador depende de los resultados. Pero yo me he visto fuera desde la primera semana. Puedo decir que la semana del Hércules, antes del partido tenía decidido dimitir después del encuentro si ganábamos. Eso es una decisión que tenías tomada. Lo que pasa es que luego lo maduras, hablas con mucha gente que depende de ti y otros también te dicen que no ponga las cosas tan fáciles. Al final te das cuenta que no hay que abandonar. Yo he crecido como jugador con adversidades y si una cosa tengo clara es que ahora como entrenador tiene que ser exactamente igual. Ahora sí tengo claro que yo no voy a facilitar nada. Ayer tuve la oportunidad de hablar con él y decirle todo lo que pienso y le comenté que tampoco hay que esperar tanto, que es tan fácil como juntar una calderilla y mandarme para casa. A partir de ahí, no sé si estaré mañana, no sé si estaré el lunes ganemos o perdamos. Evidentemente, lo que está claro es que si no gano partidos, estoy fuera».

¿Cree que le han faltado el respeto?

«Le he dicho al presidente que la sensación que tengo es que nos están faltando al respeto. A ver, lo normal es que cuando una persona compra el club intente reunirse de las personas de su confianza. No hay ningún problema, eso entra dentro de lo normal. Pero también tiene que analizar la situación y ver quién son los que están ahí y ver su trayectoria. En base a eso tienen que actuar. A partir de ahí, no hay ningún problema. Yo he intentando trabajar con normalidad e incluso esta semana me he sentido más fuerte que nunca, pero no me ayuda esta situación porque los jugadores también son conscientes de la situación. Es cierto que yo no se la he escondido. Tienen que saber cuál es la verdad y son conscientes de que tienen un entrenador que no sabía ni si iba a llegar al partido de este fin de semana, ni sabe si continuará gane o pierda contra el Alcorcón y que, en cualquier caso, se está esperando a ver si hay suerte y encadeno derrotas para tener el apoyo de la gente para tomar esa decisión. Creo que es lo que se está buscando. Yo siento mucho el cariño de la gente, pero también sé que si los resultados no me acompañan habrá un porcentaje de afición que pierda la fe en mí, y quizás ellos aprovechen esa situación».

¿Cómo cree que afecta esto a la imagen del Xerez?

«Es una mala situación y proyectamos una imagen desastrosa. A mí me están llamando de Valencia y de otros sitios y me pregunta qué pasa aquí o me dicen que siempre estamos igual. ¿Y qué culpa tenemos nosotros, el club, la afición o la prensa? Al final no tenemos más remedio que caer en estos problemas».

¿Afecta esto al técnico y la plantilla?

«Al final esta semana entrenando me he sentido más fuerte que nunca porque los jugadores trabajaron muy bien y me fui a casa contentísimo. Lo que pasa es que luego tienes la cruda realidad. Estas en casa viendo vídeos, pero te llama uno y otro y al final te toca. Más que mi situación, me preocupa la de los jugadores. Ya quedan pocos jugadores de los que hemos crecido con esta serie de problemas, y hay otros tantos que no están acostumbrados a estas cosas».

¿Cómo es entonces su relación con Jesús Gómez?

«Jesús Gómez lleva aquí cuatro días y yo llevo doce o trece años. Cuando me habla no sé si me quiere faltar a la inteligencia o no sé que pretende porque si le filtra información a la prensa a mí también me llega. Al final se sienta a mi lado en el autobús, pero también sé lo que está diciendo a mis espaldas. Es todo un poco difícil. A mí me dice todo lo contrario de lo que se está hablando y me repite que tengo toda la confianza de ellos pase lo que pase contra el Alcorcón. Incluso dice que tengo un mes de margen».

¿Le ha dado explicaciones el presidente?

«Recuerdo aquel al que querían echar de un equipo y el entrenador apuntaba al director deportivo, éste le decía que era un directivo el que no quería que continuara y cuando llegaba al presidente tenía que volver a empezar porque éste decía que era el entrenador el que no lo quería. A mí lo que se me dice es que dentro del grupo inversor hay un sector que no me quiere, y otro, que es Jesús Gómez, que tiene claro que el entrenador perfecto soy yo».

¿Ha intentado tomar decisiones técnicas?

«No se han atrevido a meterse en mi parcela, pero me llegan comentario sobre las valoraciones técnicas o tácticas que realizan. Eso puede entrar dentro de lo normal, porque pueden tener su opinión. Yo no lo aceptaría».

¿Cree que Jesús Gómez sabe lo que significa la figura de Vicente Moreno para el Xerez?

«Lo digo con toda la humildad del mundo, pero sobre todo por el tiempo que llevo, tengo aquí una trayectoria y entiendo que tengo el cariño de la gente. Los aficionados no te dan su cariño sin motivos, uno tiene que hacer algo. Y yo, poco o mucho, algo habré hecho. Hay que llegar a los sitios e informarse para no cometer los mismos errores. La verdad es que da la sensación de que no conocen, ya no solo conmigo, la historia del Xerez»